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Economía

Valldemossa es el pueblo más rico de unas islas cada vez más pobres

Balears sigue perdiendo puestos en renta por habitante, pese a tener el mercado laboral más dinámico y haber superado el PIB previo a la crisis

La renta media de Valldemossa dobla la de Capdepera, el pueblo más pobre de Balears.

Balears se convirtió este año en la primera comunidad que recuperaba el nivel de riqueza previo a la crisis (medido en Producto Interior Bruto, PIB). Y este mismo verano, las islas tienen ya más personas trabajando de las que había en aquel 2008 en el que se desplomó la banca mundial y estalló la burbuja inmobiliaria del milagro español. Pues bien, pese a ser la economía más pujante y el mercado laboral que más empleo genera, los ciudadanos de las islas son cada vez más pobres. Lo constataban ayer los datos de renta de la Agencia Tributaria, que elabora su lista en función de lo que se declara de IRPF. Y con los datos de 2013, la renta bruta por habitante de Balears se queda en 24.241 euros, por debajo de los 24.602 de media española.

Y eso es todo un cambio. Hace solo ocho años, cuando la economía saltó por los aires, los baleares podían presumir de ocupar el segundo puesto en el ránking estatal de riqueza por habitante. Ahora el poder adquisitivo de las islas solo da para ser séptimos. Y bajando. Muy rápido, además: las islas están hoy más cerca de los 19.034 euros de renta media de Extremadura, la comunidad más pobre, que de los 31.766 euros de la más rica, Madrid. La comunidad madrileña era hace ocho años la única que estaba por encima de Balears, que ya se ve superada por Cataluña (27.540), La Rioja, Castilla y León, Asturias y Aragón.

La propia metodología de Hacienda explica parte de la paradoja que hace que los habitantes sean más pobres mientras la comunidad es más rica: la Agencia Tributaria solo mira los datos presentados en las declaraciones de la renta, que no contemplan los resultados empresariales (esos se tributan a través de impuestos como el de Sociedades). Es decir, ese crecimiento que hace que la economía balear sea hoy más poderosa que en 2008 se concentra en las empresas, y no tanto en los asalariados y autónomos, que pese a la buena marcha de sectores como el turístico, padecen las consecuencias de un entorno de reformas laborales con empleo peor pagado y más precario.

Pueblo rico, pueblo pobre

De ahí las rentas a la bajas en la comunidad al alza, en la que además se dispara la desigualdad interior. En el pueblo más rico, que es Valldemossa (renta bruta de 34.015 euros), la renta media casi es del doble que en el municipio más pobre, que es Capdepera (18.370 euros). El salto es tal que los habitantes de Valldemosssa son más ricos que esos madrileños que son los más pudientes de España y los de Capdepera son más pobres que esos extremeños que se apañan con los bolsillos más vacíos del Estado. Tienen la lista completa junto a estas líneas, en un gráfico en el que se observa otra cuestión curiosa: a la que fuera segunda autonomía con mayor renta per cápita solo le queda un municipio entre los 50 más ricos de España. Es Valldemossa, claro. Y en el listado de los cien más potentados (de más de mil habitantes) solo aparecen además Puigpunyent (29.819 euros de media) y Esporles (29.658). Palma figura en el sexto puesto balear, en la posición nacional 229 (con 26.379 euros brutos). Y para encontrar la primera población no mallorquina hay que irse a Eivissa y su décimo lugar balear (25.284 euros). En Menorca, Maó ocupa el decimoctavo lugar (24.031 euros), muy por encima de Ciutadella, la séptima localidad de más pobre del archipiélago (19.788 euros de renta). A la cola de todas están la citada Capdepera, Son Servera, Vilafranca, Lloseta y Sant Llorenç, que hacen del interior y el Llevant de Mallorca el eslabón más débil (en términos de renta, ojo, que también la vida es más barata).

En las islas de los isleños de riqueza menguante descolla el cambio socieconómico de una crisis que ha hecho que las zonas de mayor concentración de trabajadores (Palma, Eivissa ciudad, Calvià o Llucmajor) pierdan poder adquisitivo, mientras lo ganan los pueblos más hermosos y exclusivos de la Tramuntana (de Valldemossa a Esporles, pasando sin duda por Deià, que no aparece en la estadística, como Banyalbufar, por no llegar a mil habitantes). En la crisis de la desigualdad, la riqueza va por pueblos. Y por clases.

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