La jornada de ayer estuvo marcada por temperaturas que superaron los 38 grados en algunos puntos de Mallorca. Una situación que para algunos ciudadanos puede resultar molesta. Nadine Moller es una de las personas que no lleva bien esta ola de calor, pero lo pasa "a base de piscina, playa y ventilador". Además, en su casa se acumula el calor y por las noches se le complica cerrar los ojos.

José Villaverde tampoco lo acaba de llevar bien. Además, cree que uno de sus aliados para combatir las altas temperaturas puede convertirse en uno de sus enemigos. "Pones el aire acondicionado y te fastidias la garganta", observa.

El caso de Lucía Turpín no es mejor. Además, no va a la playa, "porque el sol me da alergia". Lo que sí puede hacer es pasar el rato con sus amigas, tomando una cerveza en la sombra. En casa tira del ventilador y, de noche, deja el balcón abierto y la corriente le refresca la casa.

Mejor está soportando la ola de calor Sandro Olvera, quien ha llegado a Mallorca procedente de Italia como turista. Cuando se pone el sol, en su habitación solo tiene que abrir la ventana y ya corre algo de aire, lo que ayuda a calmar la sensación de bochorno.

José Luis Ortiz, jubilado, aguanta bien las embestidas del verano. Lo único que le falla es el pie, que se le ha hinchado. "No sé si es por el calor, una picadura o retención de líquidos". Tampoco le hace falta ir a la playa, aunque sí que lo hace su mujer.

Uno de los mejores refugios para combatir las altas temperaturas es el puesto de trabajo. Así lo confirma Manuela Fernández, auxiliar de enfermería en el Hospital de Inca. Sin embargo, en casa tampoco lo pasa mal. No le hace falta acudir a la playa, pero "me gustaría ir más", admite. Y la noche la pasa "destapada y ya".

Miguel Giber también ve la oficina como un sitio ideal para estar a salvo de las inclemencias meteorológicas. Y cuando sale, a reponer líquidos con una cerveza en el bar. Encima las noches no suelen ser problemáticas para él. "Por suerte vivo en Génova y hace fresquito", destaca.

Hay otros que tienen la suerte de trabajar solo de noche. Es el caso de Tomás Costa, quien está empleado en una aerolínea. De esta forma, "se aguanta bien", asegura, pero tiene el inconveniente de dormir de día. "Por suerte en mi piso no hace mucho calor", añade, lo que le permite mostrarse optimista.

A partir de hoy las temperaturas diurnas empiezan a remitir, según la Agencia Estatal de Meteorología. Aun así, el interior y el sur de Mallorca permanecen en alerta amarilla por máximas que pueden rondar los 36 grados.