La cifra de embarcaciones de recreo que se alquilan de forma irregular en Balears supera ya ampliamente el millar y no deja de crecer, según denuncia el presidente de la comisión de chárter náutico de la patronal del sector (Apeam), José María Jiménez. La diferencia de este año respecto a pasadas temporadas estivales es que en estos momentos hay trabajo para todos trabajo para todosdebido al boom turístico que se está viviendo y que finalmente ha alcanzado también a la náutica. El resultado es que la facturación de las empresas legales se está incrementando a ritmos que se mueven entre el 3% y el 5% y que entre el 70% y el 80% de su flota está ya comprometida. A ello añade otra "buena noticia", como ha sido la caída de una de las mayores empresas que actuaba de forma "alegal" en las islas.
Jiménez no oculta que en estos momentos en Balears hay "trabajo para todos", independientemente del lado de la legalidad en el que cada uno se encuentre, debido a la fuerte llegada de visitantesfuerte llegada de visitantes, lo que hace que también el sector náutico de la isla se sume a las voces que afirman que en estos momentos el archipiélago se ha convertido en una máquina de hacer dinero.
Tras años de reducción en la facturación de las empresas legales, en buena medida por la competencia desleal de las citadas embarcaciones piratas, durante esta temporada el aumento de los ingresos alcanza en muchos casos el 5% y da un respiro al sector, que además ve como el nivel de ocupación de su flota alcanza niveles muy elevados.
Además, José Luis Jiménez apunta que aunque la cifra de embarcaciones piratas que realizan servicios de chárter no deja de crecer, existe también la percepción de que las Administraciones comienzan a luchar algo más en serio contra este fenómeno, aunque no se oculta tampoco la escasez de medios con que el personal de la Agencia Tributaria o de la Guardia Civil se ve obligado a desarrollar su labor. Pero en este aspecto, se valora la reciente caída de una de las consideradas grandes empresas "irregulares", lo que ha supuesto que sus clientes se han visto obligados a recurrir a las firmas legales, mejorando así el balance de algunas de ellas.
Según señala Jiménez, hay varios tipos de competencia desleal, empezando por aquellas firmas que se dedican a ofertar yates que les son cedidos por particulares para su comercialización en Balears a través de páginas web, sin control sobre su seguridad y sin hacer frente a las obligaciones fiscales.
A ello hay que sumar las empresas extranjeras propietarias de su propia flota que crean una pequeña compañía en España a la que facturan los gastos de mantenimiento y reparación de sus barcos y a la que asignan una mínima parte de los ingresos que consiguen con su actividad. Por contra, la mayor entrada de fondos se mantiene a nombre de la empresa madre, con sede en otro país, donde no se pagan impuestos alegando que su actividad se ha dado en España, y sin cumplir tampoco con esas obligaciones fiscales en las islas bajo el argumento de que se trata de una empresa extranjera, según lamenta José María Jiménez.
La importancia que esta actividad 'pirata' ha adquirido se refleja en un dato: el representante de Apeam recuerda que la flota legal de alquiler es en las islas de unas 2.000 embarcaciones, y la ilegal supera el millar, lo que supone incrementar la oferta en más de un 50% durante la temporada alta.
