­El médico de familia Manuel Sarmiento ofrece una serie de consejos y recomendaciones para pasar los días más tórridos del verano sin sobresaltos.

Beber sin sed y los deportistas, bebidas con sales minerales

"Siempre es importante hidratarse, pero más en verano cuando se pierde mucho líquido por el sudor. ¿Lo de los tres litros al día? Es una leyenda urbana. Hay que beber simplemente lo que uno necesite y hacerlo sin sed porque cuando uno la tiene es una señal de que está comenzando a deshidratarse. Hay que beber sin sed. Y la gente que hace deporte no debe limitarse a hidratarse con agua, debe tomar bebidas isotónicas que no solo le repongan los líquidos perdidos sino también las sales minerales", recomienda el facultativo.

Prestar más atención a la hidratación de los pequeños

Sarmiento aconseja extremar las precauciones con los más pequeños con la hidratación. "Hasta los 7 u 8 años no son capaces de detectar cuál es su temperatura corporal. Por eso es habitual verles jugando con mucha ropa encima y sudando congestionados. Por eso es una señal alarmante cuando los niños menores de tres años lloran sin lágrimas ya que es un síntoma de que está deshidratado. Y una deshidratación puede llegar a ser muy grave", advierte.

Qué hacer ante una diarrea por una intoxicación alimentaria

Las diarreas provocan una importante pérdida de agua y sales minerales (electrolitos) que hay que reponer ingeriendo bebidas isotónicas. Cuando esto es imposible porque la diarrea va acompañada de vómitos, el doctor Sarmiento ofrece dos opciones: La primera, acudir a urgencias donde el paciente será hidratado con un suero endovenoso. Y para la segunda hay que armarse un poco de paciencia. "Primero has de permanecer media hora sin comer ni beber nada. Trascurrido ese tiempo, comenzar a ingerir líquidos sorbito a sorbito cada diez minutos hasta que puedas beber sin provocarte el vómito. Eso es lo que hay que hacer para evitar ir a urgencias. Y, si vomitas de nuevo, comenzar de nuevo todo el proceso", aconseja.

El verano no es para las personas mayores

Las elevadas temperaturas veraniegas afectan más a las personas mayores también por la deshidratación ya que "beben muy poco porque no tienen sensación de sed", revela el facultativo, que también recomienda a este colectivo hidratarse convenientemente en estas olas de calor.

Cuidado con los golpes de calor, pueden llegar a ser mortales

Se sufre un golpe de calor cuando la temperatura corporal sube repentinamente por una exposición al calor y el cuerpo no es capaz de regular su temperatura. Puede llegar a producir dolor de cabeza, convulsiones, alteraciones visuales y del comportamiento, delirios, vómitos e incluso el coma y la muerte si la persona no es trasladada a un sitio fresco y ventilado y es enfriada de manera progresiva y rápida. "Si la temperatura llega a los 44 grados, la persona muere. Y a partir de los 41 empieza a haber daño cerebral", añade Sarmiento.

La protección solar, media hora antes de exponerse

El médico de familia recuerda las recomendaciones habituales: Ataviarse con ropas claras, gafas de sol, gorros y sombrillas, evitar exponerse al sol entre las 11 de la mañana y las cinco de la tarde, ponerse crema protectora media hora antes de salir y renovarla cada dos horas. "Bañarse con camiseta como hacen algunos turistas no es una tontería a determinadas horas", admite.

En plena canícula, reduce los fármacos hipotensores

Para las personas con otras patologías, recomienda reducir la medicación para bajar la tensión, que de por sí ya está baja en verano, si no se quieren sufrir mareos inesperados. Y a los diabéticos, vigilar el cuidado de los pies que pierden sensibilidad ya que una pequeña herida puede desembocar en una amputación.

A los virus les encantan los cambios bruscos de temperatura

Por último, el médico aconseja evitar los aires acondicionados a plena potencia "ya que a los virus les encantan los cambios bruscos de temperaturas".