Los acuíferos y los embalses de agua de Mallorca están en su situación más crítica de los últimos diez años. La falta de precipitaciones y la sequía que arrastra la isla desde el invierno ha provocado que el Govern califique la situación de "delicada". Los acuíferos solo llegan al 47% de su capacidad, 13 puntos por debajo del año pasado por estas mismas fechas, y los embalses del Gorg Blau y CúberGorg Blau Cúber están con un 30% menos de caudal que el pasado verano.
Los datos del Govern, sobre la capacidad de los acuíferos que abastecen de agua a la población isleña, son de finales del mes de junio. Ello indica que con la avalancha de turistas que está llegado este mes de julio, más las previsiones de agosto, la situación puede agravarse aún más en los próximos meses. Según la dirección general de Recursos Hídricos, únicamente está garantizado el suministro de agua de calidad en la bahía de Palma, ya que a principios de año se paralizó la extracción de la masa de agua subterránea de s'Estremera que suministra a la zona más poblada de Mallorca. Mallorca y Eivissa estén en situación de prealerta de restricciones debido al escaso caudal de sus reservas hídricas.
A todo ello hay que unir que se han puesto a funcionar a su máximo rendimiento las tres plantas desaladoras de agua marina, con el objetivo de conservar los acuíferos para situaciones límite. No obstante, desde el Govern admiten que los municipios de la Serra de Tramuntana, así como los del Pla de Mallorca, pueden tener serios problemas de suministro. De igual modo, auguran que en las zonas turísticas de toda la costa del Llevant de la isla la calidad del agua descenderá de forma importante al tener que extraer por debajo del nivel del mar.
Mallorca solo cuenta con dos embalses, Gorg Blau y Cúber, situados cerca de Lluc. Entre los dos solo son capaces de suministrar el 30% del agua que necesita la capital balear. El resto de abastecimiento, así como el del conjunto de Mallorca, se realiza mediante la extracción de agua subterránea y las desaladoras. Los acuíferos son los grandes almacenes hídricos de la isla que se recargan en época de lluvia y con la nieve de las montañas de la Serra de Tramuntana.
A finales de junio de 2015, los acuíferos mallorquines estaban al 60% de su capacidad, según los datos del Govern. Un caudal que permitía encarar el verano con garantías de abastecimiento de agua en plena temporada turística. Sin embargo, este año solo llegan al 47%. Si nos remontamos a junio de 2010 los encontramos al 63%, 16 puntos por encima de este año. En junio y principios de julio de 2006, hace justo una década, los expertos hablaban de que las masas de agua subterránea de Mallorca estaban en situación delicada, pese a estar al 54% de su capacidad, siete puntos por encima del caudal actual.
La masa de agua que está en peor situación es la Sant Jordi, en Palma, con solo un 22% de su capacidad, seguida de la del Pont d'Inca con un 27%. La bajada de esta última es muy significativa, ya que el pasado verano estaba casi al 48% de su caudal máximo.
Embalse del Gorg Blau bajo mínimos. JOAN MORA
En cambio, s'Estremera, el gran almacén subterráneo de Mallorca, está al 54% de su capacidad, solo 5 puntos por debajo del pasado verano. Las medidas del Govern y Emaya para preservar esta preciada masa de agua han funcionado. A principios de año se paralizó la extracción de agua subterránea para abastecer la bahía de Palma y se pasó a suministrar del caudal que generaba la desaladora y del que se sacaba de otro acuífero, sa Marineta. Se mezclaba el agua de las plantas desaladoras con la subterránea para evitar un descenso importante de la calidad del líquido. Los acuíferos de Inca y sa Pobla también pasan por momentos difíciles. Están a una media del 35% de su capacidad, mientras el pasado verano llegaron al 55%.
Las masas de agua de la zona del Llevant de Mallorca registran un caudal de entre el 30% y el 50% de sus posibilidades de almacenamiento. Cantidad unos 20 puntos porcentuales por debajo del pasado verano. Esta situación en zonas como Manacor, Sant Llorenç, Son Servera o Cala Rajada pueden provocar un descenso muy pronunciado de la calidad del agua.
Los municipios de la Serra de Tramuntana y del Pla de Mallorca ya llevan semanas suministrando a la población agua procedente de la desaladora de Palma y de la de Alcúdia con camiones cisterna. Un importate gasto que están asumiendo entre los consistorios y el propio Govern.
Si los acuíferos presentan una situación muy delicada, lo mismo ocurre con los embalses del Gorg Blau y Cúber. Cuentan con un caudal del 42% de su capacidad, cuando en verano del 2015 llegaron al 70% .
La sobrexplotación
La sequía vivida desde octubre no es la única causa por la cual Mallorca tenga sus reservas hídricas en situación límite. Desde el año 2010, cuando los acuíferos llegaron al máximo histórico del 94%, el Govern decidió parar las costosas desaladoras y suministrar solo de agua subterránea. Ello, según expertos como el hidrogeólogo Alfredo Barón, provocó una sobreexplotación de los acuíferos: Las desaladoras están pensadas para ser utilizadas mientras las masas de agua se recargan.
