La asociación LTGBI de Balears Ben Amics y el Govern presentaron ayer una campaña para animar a denunciar los delitos de odio por la orientación sexual de una persona. La consellera de Serveis Socials i Cooperació, Fina Santiago, apoyó esta iniciativa de sensibilización hacia la ciudadanía, que se hará mediante el reparto de folletos y carteles informativos. También estuvo presente el presidente de Ben Amics, Jan Gómez, quien mandó un mensaje para "combatir esta situación", ya que las cifras en Baleares son preocupantes: es la cuarta comunidad autónoma en la que más se denuncian las agresiones físicas por razón de la identidad sexual de la víctima. Esto implica que pueden ser más habituales estas prácticas ilegales en las islas.

Los trípticos se irán repartiendo entre los cuerpos policiales o en espacios públicos con el objetivo de que este tipo de actos delictivos acaben siendo denunciados. Así, lo que buscan es que "sean los profesionales (de la policía y los servicios sociales) los que actúen como agentes del cambio para combatir estas situaciones de discriminación". Los folletos funcionarán como unas guías que informarán sobre qué son los delitos de odio o cómo interponer la denuncia. En total se distribuirán 3.000 papeletas y 500 carteles.

La consellera recordó que los homosexuales ahora mismo tienen los mismos derechos que cualquier otra persona, pero que todavía se tiene que hacer trabajo para compensar la situación desde los juzgados y a nivel de sensibilización. "El odio es absolutamente inadecuado", remarcó Santiago.

Símbolos neonazis

Asimismo, Gómez se quejó de la aparición de pintadas neonazis y fascistas, como esvásticas, en las calles de Palma. Aunque no son símbolos que vayan dirigidos directamente hacia este colectivo, sí que les ofenden por ir en contra de su modo de vida. "Estos comportamientos no se pueden tolerar", señaló.

Para aquellos que todavía no se atreven a denunciar estos hechos, el presidente de Ben Amics les pidió "que no tengan miedo, que es de vital importancia denunciar". Con esto, afirmó, no solo se consigue un bien individual, sino también colectivo, pues es una manera de luchar contra las agresiones que sufren.

Los delitos de odio se producen cuando una persona ataca a otra por pertenecer a un grupo social, su nacionalidad o su orientación sexual, entre otros. Ante estas circunstancias, Gómez recomendó denunciar los hechos e ir al centro médico a que revisen las heridas causadas, ya que el informe que se extraiga puede servir como prueba en un juicio.

Para que este problema se visualice, Santiago reclamó que se recojan más estadísticas relacionadas con esta clase de delitos y que se hagan públicas. En este sentido, Gómez le dio la razón y apuntó que los datos que les llegan de los últimos años son muy dispares: en 2014 se registraron 44 denuncias en la Guardia Civil y la Policía Nacional, mientras que en 2015, solo cuatro, según el Ministerio de Interior. Estos datos tan desiguales le sorprendieron, ya que "es imposible" que hayan variado tanto "sin haber hecho ninguna campaña específica de sensibilización ni haber tomado ningún tipo de medida para erradicar estas situaciones". Por tanto, se hace difícil "calcular el alcance de esta problemática" por la falta de información a nivel autonómico y reclamó que se trabajara al respecto.