Las instituciones baleares se volcaron ayer en mostrar su apoyo a Francia y expresar su rechazo al terrorismo tras el trágico atentado perpetrado en la mediterránea ciudad de Niza, en la que fueron asesinadas 84 personas. El cónsul francés en el archipiélago, Michel Magnier, que fue arropado por las autoridades del archipiélago, se mostró consternado y emocionado por el suceso y describió como "triste" el día de ayer.

Tras el minuto de silencio a las puertas del Consolat de Mar, el cónsul lamentó que los atentados se hubieran perpetrado el 14 de julio, día de la fiesta nacional del país, que conmemora la toma de la Bastilla que representa el fin del antiguo régimen y que busca "celebrar la democracia y sus valores", como recordó el mismo. Magnier llamó a "mantener la serenidad y la frialdad" pese a lo "difícil" que resulta en estos momentos, en que hay "muchas familias destrozadas". "No van a conseguir nada, vamos a seguir viviendo con normalidad", aseguró el representante consular.

Magnier se dirigió a los franceses residentes en Balears, algunos de los cuales se acercaron al minuto de silencio a las puertas del Consolat: "Los franceses de Mallorca que no se preocupen, estamos a salvo", tranquilizó el cónsul.

Minutos de silencio

Junto a él, estuvo la presidenta del Govern, Francina Armengol, que expreso su pésame y apoyó el "espíritu de lucha contra la barbarie", expresado por el cónsul francés. Armengol aseguró que el Govern seguiría todas las indicaciones de Delegación del Gobierno en materia de seguridad.

También estuvo arropando al cónsul francés la cónsul de Marruecos, Hanane Saadi. "Como musulmana me siento muy herida en mi fe", expresó la representante consular marroquí que interpretó el atentado de Niza como resultado de "la fase de desesperación y locura" en la que se encuentra el "mal llamado Estado Islámico" por estar siendo derrotado en territorio sirio.

Ayuntamientos de toda la isla y Delegación de Gobierno también convocaron minutos de silencio en condena al atentado de Niza.