En el Govern preocupa la crisis aérea que se ha vivido en las últimas semanas como consecuencia de los retrasos y cancelaciones de vuelos de Vueling, situación extrema que podría repetirse a finales de julio y principios de agosto, fechas para las que se está cocinando una huelga de pilotos de Air Europa. Estas situaciones llevan al Govern, que no tiene competencias en la gestión aérea, a reclamar medidas duras que eviten el daño a los pasajeros y al turismo. "Los retrasos y cancelaciones son muy negativos para cualquier lugar. Desde el Govern se está siguiendo de cerca lo ocurrido con Vueling para que no vuelva a pasar. En estos casos hay que ser muy contundente: se han causado unos daños, tanto para los residentes que vuelan como para los turistas que llegan, que no se pueden consentir. Una empresa tiene una responsabilidad que ha de cumplir y desde el Govern estamos haciendo todo lo necesario para facilitar las cosas", reflexionaba el vicepresident del Govern, Biel Barceló.