Sin fecha todavía para el congreso, el PP ya marca nuevo rumbo. Después de un año de paz tensa tras la salida de José Ramón Bauzá, los sectores antes críticos con el expresidente toman ahora el timón del partido. Y lo hacen sin ninguna resistencia interna.

El Comité de Dirección del PP en Balears aprobó ayer, en un encuentro que duró menos de una hora, el nuevo organigrama de la formación, que aúpa a los mandos del partido a los alcaldes de Campos y de Santanyí, Sebastià Sagreras y Llorenç Galmés. Los dos ediles, miembros del denominado sector crítico liderado por el exconseller Biel Company, asumen la secretaría general y la portavocía del partido, respectivamente.

El máximo órgano de dirección del partido, no sólo dio el beneplácito a los cambios propuestos por el presidente interino de la formación, Miquel Vidal, sino que lo hizo por unanimidad. No hubo votación y se aprobó por asentimiento. Después de haber recibido el plácet de la dirección nacional del PP, Vidal despachó en menos de una hora la reunión del comité con todos sus cambios propuestos aprobados.

Descomposición del rodriguismo

La ausencia de resistencia internaen el comité pone de relieve la fortaleza de Biel Company, que, a falta de oficializarlo, es el principal aspirante en la carrera hacia la presidencia del PP balear, que deberá dirimirse en el futuro congreso regional del partido. Esta nueva toma de posiciones en el PP, sin ninguna contestación, responde en gran parte a la descomposición del rodriguismo a causa de la dimisión de José María Rodríguez por su implicación en la trama corrupta de la Policía Local de Palma, en la que el juez instructor lo ubica como "artífice".

Por otra parte, dejó ya el camino libre a Company la imputación de quien se colocaba como su principal adversario en la carrera hacia la presidencia, el también exconseller Jaime Martínez, por el caso de la compra del Rocamar.

El gran sacrificado en los relevos efectuados por Vidal ha sido el hasta ayer secretario general Andrés Ferrer, próximo a Rodríguez. Fue de los que tomó la palabra en el comité de ayer. No lo hizo para oponerse a los cambios, sino para defender su actuación al frente de la secretaría general. "Lamento que se me acuse de eludir las obligaciones que en los diferentes cargos que haya ocupado me correspondían", expuso Ferrer, quien aseguró que no sería "un impedimento o un estorbo" para el futuro de la formación.

A él le sustituye Sebastià Sagreras, que aprovechó sus primeras palabras ante la prensa para "reconocer" el trabajo hecho por Ferrer. Sagreras explicó que en las próximas semanas empezará a visitar las diferentes juntas locales del partido y aseguró que "en los próximos meses se verá" cómo en el PP están todos "bien avenidos".

Renovación de caras

Además de la incorporación de Sagreras como secretario general y la de Llorenç Galmés, como portavoz, otro de los cambios en el organigrama del partido es la creación de dos nuevas vicesecretarías generales que se sumarán a la actual, ostentada por el exalcalde de Maria de la Salut, Antoni Mulet. Estos dos nuevos cargos son para la portavoz parlamentaria, Marga Prohens, también vinculada al sector crítico y que coge nuevamente peso en la formación; y Maria José Frau, única persona del partido vinculada al rodriguismo que se beneficia del cambio en el organigrama. Otro de los cambios significativos es la entrada como vicepresidente ejecutivo de Julio Martínez, número dos de Mateu Isern y alejado en el último año de la primera línea política.

Quién ha quedado fuera del organigrama pese a sonar con fuerza ha sido el exconseller de Salud, Martí Sansaloni. El presidente interino Miquel Vidal eludió explicar las razones de esta ausencia y se limitó a recordar que en breve asumirá la alcaldía de Petra.

Se aprueba la gestora en Palma

El Comité de Dirección sirvió también para aprobar la gestora que dirigirá el partido en Palma tras la dimisión de José María Rodríguez y que estará capitaneada por la actual portavoz municipal del partido, Marga Durán.