El Partido Popular de Balears tiene hoy una cita clave para decidir su futuro. El comité ejecutivo debe dar el visto bueno al desembarco del sector regionalista que comanda el exconseller Biel Company en los puestos de mando de la formación conservadora. La llegada del alcalde de Campos, Sebastià Sagreras, a la secretaria general y la del primer edil de Santanyí, Llorenç Galmés, a la portavocía supondrá, sin lugar a dudas, una clara toma de posiciones para liderar el partido en el congreso del próximo mes de diciembre.

El comité ejecutivo tendrá lugar hoy a las 20:00 horas en la misma sede del PP de la calle Palau Reial. El presidente Miquel Vidal someterá a la consideración de las 130 personas que integran este órgano sus importantes cambios en la cúpula regional del PP, toda vez que recibió el visto bueno de Madrid para acometer la revolución. Los alcaldes críticos de la part forana, que jugaron un papel clave en el derrocamiento de José Ramón Bauzá tras las elecciones autonómicas, son los que se pondrán al mando de la fontanería de los populares.

La pérdida de poder del sector rodriguista será más que evidente a partir de hoy. La caída el pasado lunes de José María Rodríguez, tras su aparición en el sumario del caso de la Policía Local que lo califica como el "artífice de la trama", ha dejado muy mermado a esta facción popular. Pasará de ostentar la secretaria general, el número dos del partido, a algún puesto de menor rango.

Se esperan algunas críticas de los rodriguistas por esta cuestión y por la pérdida de peso específico del PP de Palma. No obstante, fuentes populares apuntaron que no creen que sean muy contundentes por la debilidad que tienen con la marcha de su líder. De todas formas, Vidal intentará compensar a todas las familias del PP con una representación en la cúpula.

Se sabe que la nueva responsable del PP de Palma, Marga Durán, estará en la ejecutiva por derecho propio. Asimismo, se incluirán algunos presidentes populares de junta de distrito. Tampoco se descarta la presencia de la diputada Teresa Palmer en el organigrama popular.

Pese a estas compensaciones que pretende hacer Vidal, es evidente que la gestión estará en manos de los regionalistas y serán los encargados de organizar todo el congreso regional de final de año. Ello los coloca en una clara ventaja para tomar el poder definitivo a partir del mes de diciembre, ya sea con Company o con otra persona de su cuerda. Tampoco se descarta que el propio Vidal opte a la presidencia del partido, ya que Madrid le liberó de esta premisa que consistía en que su presidencia era temporal y no optaría al congreso.

Fuentes del PP apuntan que incluso es posible que hoy no se tenga que realizar votación y se apruebe por asentimiento la propuesta del presidente Vidal.