La contaminación, la introducción de nuevas tecnologías que representan profundos cambios en los coches y la saturación de vehículos en Balears en temporada alta son los retos a los que se enfrenta el sector automovilístico en el archipiélago.

Coincidieron en señalarlos los responsables de los principales concesionarios de coches en Mallorca y representantes de la administración autonómica balear. Lo hicieron en el marco de los Desayunos Sabadell organizados por la entidad bancaria y Diario de Mallorca y que esta semana fue dedicado a este sector.

Si bien hubo amplio consenso en identificar los retos a los que se enfrenta la automoción, se evidenciaron algunas divergencias sobre hacia dónde debe enfocarse el sector, sobre cuál es el futuro y sobre a qué ritmo y velocidad llegarán los cambios al automóvil. Centró la atención de gran parte del encuentro el desarrollo del coche eléctrico, visto por la administración y por parte del sector privado como una revolución inminente y observado con más prudencia por otros empresarios, que ven su llegada con escepticismo y que prefieren dedicar esfuerzos en otros desafios más inmediatos, que son los que, creen, más les afecta en su día a día.

Situación del sector

Un parque automovilístico viejo y contaminante

Si el problema de la contaminación es uno de los que el sector es más consciente que debe hacer frente, la causa la ven en un parque automovilístico viejo que debe ser renovado.

El primero en describir la situación actual fue Domingo Martí, del Grupo Martí de concesionarios: "El presente es que el parque español es muy viejo", sentenció. "Lo que estamos haciendo es pasar con Plan PIVE de coches que no valen nada a coches de 10 y 15 mil euros. El plan PIVE debe alargarse", fue la petición que lanzó Martí como necesidad más inmediata para el sector. "Más que un PIVE se debe pasar por un plan de incentivos a largo plazo", fue la alternativa que propuso Francesc Crespí de Inca Centro Auto. Sea cuál sea la fórmula, hubo acuerdo en que la administración debe tomar cartas en el asunto. Fue contundente en señalar el porqué Lluís Pol del Grupo Motor Mallorca: "La administración tiene la importante tarea de quitar de enmedio la chatarra, ese parque antiguo que contamina más y que tiene menos elementos de seguridad".

Los empresarios coincidieron en este punto también en señalar que ahora era "el momento" de hacer ese cambio del parque automovilístico. Destacaron que durante la crisis, la incertidumbre en las economías domésticas disuadió a muchos consumidores de comprar un vehículo, pero que ahora la situación había mejorado y era el momento de facilitar la compra al consumidor. El delegado territorial de Banco Sabadell en Balears, Pedro Ballester, asistente al encuentro, puso sobre la mesa otra salida: "Es verdad que el parque es cada vez más antiguo y ahí la financiación puede ayudar", señaló. ¿Pero hacia dónde va el sector? ¿El coche de gasolina llega a su fin? Ese fue otro de los temas que se debatieron en la mesa del encuentro ayer en el Club Diario de Mallorca.

El coche de gasolina

División en el sector sobre el futuro del motor de gasoil

El futuro del vehículo de gasolina quedó al aire. Mientras algunos señalaban que iba a llegar a su fin por su nivel de contaminación y su elevado consumo, otros creen que todavía le queda camino. Entre los más pesimistas respecto a su futuro estuvo Andreu Vidal del Grupo Autos Vidal y presidente de la Asociación Balear de Distribuidores de Automóviles (ASEDA). Según explicó, "técnicamente es muy complejo bajar el consumo de los motores de gasolina" y eso les condena a dar paso a otras tecnologías.

En las antípodas de esta tesis se ubicó Francisco Crespí. "No veremos por ahora el final del gasoil, porque cada vez el consumo es más bajo", respondió el responsable de Inca Centro Auto, quien además dio otro argumento en favor del motor de gasolina en clave local: "Aquí, en Balears, donde tenemos distancias cortas, todavía menos. A corto y medio plazo veo complicada la desaparición del gasoil", insistió. Respaldó su postura Domingo Martí, quien si bien admitió que "el coche de gasolina ha estado años olvidado", aseguró que "ahora las marcas están trabajando mucho y la gasolina está dando pasos". "La crisis de los diésel ha inclinado algunas marcas a modernizar los coches de gasolina", sostuvo Martí en alusión al escándalo de Volkswagen por la ocultación real de sus emisiones para encontrar la causa de ese impulso a los motores de gasolina. Pedro Ballester del Banco Sabadell indicó que "hay países donde es más caro el diésel que la gasolina".

Sin embargo, Vidal no augura el fin del motor de gasolina por la competencia del diésel, sino por la que el cree que será "la tecnología dominante" en unos 15 años: el coche eléctrico. Ese punto fue el que desató más debate entre los representantes del sector de la automoción, asistentes al encuentro, llegando a monopolizar gran parte del tiempo.

El coche eléctrico

Los empresarios lo ven "el futuro", pero son prudentes

Andreu Vidal fue el más optimista con la llegada del coche eléctrico. Además de defenderlo vaticinó que el cambio de modelo que representará "llegará con celeridad". Su aliado en el encuentro en la defensa de este vehículo fue el conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons. El miembro del Ejecutivo autonómico valoró "el cambio que se avecina" como "un cambio potente para cualquier ciudadano". "Balears está en una posición óptima para ser líderes y referentes incluso, me atrevería a decir, a nivel mundial en cuanto a la implantación del modelo eléctrico", expuso el conseller. "Mientras que en la península no es un modelo atractivo por el tema de la autonomía; en Balears, donde las distancias son cortas y hay más de 100 puntos de recarga sí", indicó, para añadir que "(el coche eléctrico) encaja perfectamente con el sector turístico, con unas islas modernas y de calidad". Por todo ello, Pons se comprometió desde el Govern y animó al sector a "estar preparados" para cuando ese cambio llegue a Balears.

Frente a estas afirmaciones hubo mucho escepticismo. Quien fue más duro con la introducción de este tipo de vehículo fue Xavier Roca, propietario del concesionario Quality Center de Rover. "Hay una mitificación del coche eléctrico. Su introducción será mucho más lenta, se tardarán años. Actualmente hay un parque de vehículos y es difícil de cambiar. En los próximos años viviremos un batalla por el coche eléctrico. Hoy por hoy la fabricación del coche eléctrico tiene un coste. Veremos una confrontación, no sólo por el debate tecnológico sino también por el debate económico", dijo.

La postura más compartida entre los asistentes es que "de la misma manera que hoy conviven diésel y gasolina, el coche eléctrico será una tercera vía". Lo expuso así Josep María Pastor. Coincidió con él Joaquín Subirà, subdirector de Sabadell Consumer, quien apuntó que "un coche no tiene porque sustituir al otro. Lo que tendremos será un escenario donde los distintos modelos, eléctricos y combustibles, tendrán que convivir y pasarán muchos años en esa convivencia".

Pastor añadió varias dudas sobre el modelo del coche eléctrico: "Hay un factor a tener en cuenta: el de la producción de la energía. Durante tres meses la isla está saturada para el consumo eléctrico. ¿Qué pasaría si conectásemos miles de coches al suministro? No estamos preparados. Y otra cuestión importante: ¿de dónde recaudará el Estado los impuestos que deje de recaudar por la gasolina cuando los coches eléctricos no sean el dos por ciento como ahora sino el cuarenta por ciento?¿Qué sistema impositivo lo compensará?", se preguntó el empresario.

Le trató de contestar Marc Pons: "Balears compra energía renovable al continente y las conexiones eléctricas responden ahora a la demanda. ¿Sistema impositivo? Ya se encontrará cómo compensar". "Nos hemos de preparar para el cambio. Si el ritmo de implantación es más lento, ningún problema, ya estaremos preparado", quiso insistir el conseller.

Puntos de recarga

Señalan dificultades para el suministro del coche eléctrico

"¿Dónde podremos prepararnos desde la administración? En que haya puntos de recarga", destacó Pons, que indicó que en la isla hay hasta 110 instalaciones de este tipo. Precisamente, estos puntos de recarga y la autonomía de los vehículos eléctricos parece el gran obstáculo que debe resolver este modelo de coche para su plena introducción en el mercado. En este sentido señalaba el propio Vidal que defendía el modelo: "Cuando el consumidor tenga la autonomía de motor, cuando supere los 350 y 400 kilómetros, que esto llegará a pasar, las cosas cambiarán".

Por ahora, los puntos de recarga en los que deben repostar estos vehículos se ven como poco operativos: "Si vives en una casa puedes tener tu punto de recarga, pero si vives en una finca en Palma, ¿cuántos puntos de recarga puedes tener?¿cuántos coches puedes encontrar recargándose?", se preguntó Coloma Coll de Renault Trucks-Autos Coll.

Otro de los problemas del coche eléctrico es el coste de las baterías. Según explicó Josep Maria Pastor, "cada cuatro años hay que cambiar la batería y eso es un 20 por ciento del precio del coche". Pasado ese tiempo, además, esas baterías deben reciclarse, a lo que Francesc Crespí se preguntó "¿quién asumirá ese coste?". "Puede acabar ocurriendo lo mismo que con la gasolina y que el fabricante acabe especulando y elevando los precios", planteaba Crespí insistiendo en este punto.

Domingo Martí señalaba otra posibilidad, que los fabricantes apuesten por no vender las baterías sino por alquilarlas mensualmente. "Si se aplica ese modelo, supondrá un coste fijo para el consumidor, que aunque no conduzca deberá pagar la cuota", detallaba. Crespí añadía otra pregunta ligada a los costes de este modelo: "¿Quién asumirá los costes del mantenimiento de los puntos de recarga?".

Pese a las reticencias expresadas, Josep Maria Pastor se mostró convencido que "el sistema de carga acabará cambiando, dejará de ser tan aparatoso, pasará a carga rápida o recambio de batería". Coincidió con él Lluís Pol, que pronosticó que acabe pasando con los coches eléctricos como con los móviles: "Antes eran grandes y poco operativos, pero con el paso del tiempo han ido cambiando; en este caso pasará lo mismo".

En otro paralelismo, Pastor expresó su principal duda respecto al coche eléctrico. Mostró su preocupación porque no acabe pasando como "con el Vídeo Beta cuando apareció el VHS": "que antes de que esté implantado el coche eléctrico hayan aparecido nuevas tecnologías".

Andreu Vidal quiso aportar datos para destacar la progresiva introducción del vehículo eléctrico en el mercado: "En el primer semestre del año se han vendido un 150 por ciento más de coches eléctricos. Aún siendo en un volumen pequeño, el consumidor empieza a contemplar como una opción la compra de vehículos con energías alternativas". Contestó ese dato Pastor con su propia experiencia: "Nosotros, en tres meses, ¿cuántos coches eléctricos hemos vendido? Ni uno".

"El precio es una circunstancia a tener en cuenta. La gente no mira el mejor motor, ni el menos contaminante, sino el más económico", expuso Domingo Martí.

"El vehículo eléctrico puede que no sea una alternativa en distancias largas pero en un entorno urbano, sí", intervino en el debate Jaume Mateu Lladó, director de Movilidad del Govern, que con su intervención respaldó la apuesta del Govern por este modelo que ya había defendido el conseller. "Las empresas de transporte público, especialmente buses, se están planteando también cuál debe ser su tecnología y la eléctrica parece que será su apuesta", explicaba el alto cargo del Ejecutivo.

Convivencia de modelos

El sector coincide en que el coche eléctrico deberá convivir

Con las reticencias y dudas respecto al futuro del vehículo eléctrico por una parte y con la convicción de que ese modelo es el camino a emprender hacia un coche menos contaminante y más moderno por otra, surge un punto de consenso en el sector: las distintas tecnologías de motor deberán convivir. A la ya existente dicotomía entre coche de motor de gasolina y coche de motor diesel, se sumará el vehículo eléctrico.

Lo resumió Joaquín Subirà: "Las dos tecnologías, combustibles y eléctrico, deberán convivir". Acabó apoyando está teoría Andreu Vidal, pero con un matiz: cada fabricante acabará apostanto por una tecnología. "Cada marca está apostando por una. Ningún fabricante puede asumir la inversión de mantener y desarrollar tres tecnologías diferentes", explicó el propietario de Autos Vidal.

"Que el sector intensifique su estrategia hacia un lado o hacia el otro, dependerá de qué salidas se encuentra para las reservas de petroleo", señaló Lluís Pol. Fue un paso más allá para hacer más claro el mensaje: "a los que han hecho una inversión en reservas petrolíferas no se les va a dejar tirados". Con ello aprovechó para recordar la dimensión de un sector de gran transcendencia para la economía mundial.

Ahondó en ese sentido Francesc Crespí: "Como concesionarios tenemos poco que hacer en cuanto al coche eléctrico. Venderemos lo que vendan nuestros fabricantes. Quien puede marcar las pautas aquí es la administración, aunque luego sea el sector quien decida el futuro".

El conseller Marc Pons aprovechó para incidir en su planteamiento inicial pero recogiendo el guante de que el futuro lo marca el sector. "El gran empuje lo hará siempre el sector privado, esto lo tenemos que tener claro: si el sector no empuja hacia determinada dirección, no se irá hacia ahí", subrayó, para concluir sobre este aspecto que "lo único que puede hacer la administración es prepararse". "Que haya puntos de recarga. Ahora ya hay 110. ¿Dónde podremos encontrarlos en un futuro? Cerca de las playas, donde pueda recargar un turista que vaya en coche de alquiler", siguió el conseller. "No haremos nosotros el cambio, pero cuando llegue tenemos que estar preparados. Nos refuerza como marca saber adaptarnos", zanjó.

Andreu Vidal habló de colaboración: "Hay un cambio en el modelo de movilidad. El sector privado y la administración pública tienen que colaborar para hacer frente a los cambios", encomendó a sus compañeros del sector y a la administración ahí presente.

Coche autónomo

El vehículo inteligente, lejos: entre el "tiempo" y la "utopía"

Otro de los retos del futuro que precisamente planteó también Andreu Vidal fue la del coche autónomo -coches inteligentes capaces de llegar a su destino sin conductor-. Coincidió en ese punto Domingo Martí del Grupo Martí, que señaló que "el coche autónomo ya ha empezado a introducirse en el mercado. Le falta todavía mucho tiempo pero ya ha empezado".

Discreparon sobre que vaya a tener posibilidades reales Josep Maria Pastor y Joaquín Subirà. "La tecnología avanzará pero el coche necesitará a alguien. ¿Qué pasa si el coche entiende mal una orden?", se preguntó. "Lo del conductor girado en el coche jugando a cartas y de espaldas a la carretera es una utopía: el conductor debe conducir", dijo.

Otro de los aspectos por el que se puso en duda el futuro del coche autónomo es el "tema pasional", como describió Subirà de Sabadell Consumer. "Hemos de ser conscientes que lo primero que debe tener el coche es que tiene que gustar. Precisamente por el tema pasional de la conducción, no veo que nadie quiera que el coche lo lleve a él y no ser él quien lleve al coche".

En cualquier caso, Josep Maria Pastor del Grupo Proa, por su parte y pese al pesimismo respecto a este modelo, que define de "utopía", acabó admitiendo que "todo depende de que se investigue y se acelere el cambio".

Saturación

El sector urge a regular más los vehículos de rent a car

El último reto que se planteó no tiene que ver con el desarrollo tecnológico del sector. Los empresarios coincidieron con la administración en denunciar la saturación de vehículos en Mallorca y en el conjunto de Balears en temporada alta. En este punto, todos estuvieron de acuerdo en señalar a los rent a car como causa de esa saturación.

De todos modos, se distinguió entre las empresas del alquiler de vehículos que compran los coches en Balears y pagan sus impuestos en el archipiélago con esas que traen los coches de otras autonomías o incluso desde el extranjero. Los empresarios arremetieron especialmente contra esas empresas que "ocupan territorio aquí y pagan luego sus impuestos en Madrid".

Domingo Martí fue quien puso el tema sobre la mesa: "Hay 350 kilómetros de coches de alquiler aparcado en Balears. Hay un importante trabajo de la administración de poner un límite", pasó la pelota a los representantes del Govern. Jaume Mateu Lladó se enfrentó al tema: "Esto es lo que nos deja la liberalización del rent a car. Su negocio no está sólo en el alquiler, también en la reventa de coches. Según que tipo de medidas no las puedes tomar porque Europea no te deja. Las que sí podemos tomar son las de limitación territorial. La fórmula no la tenemos, pero estamos trabajando en ello", avanzó.

Josep Maria Pastor expresó sus dudas sobre determinadas medidas de limitación por la complejidad del problema: "Mallorca es un sitio idílico para alquilar un coche. Si se limita el alquiler de coches, los turistas vendrán con sus propios vehículos y al final tendremos el mismo problema pero no se beneficiará nadie aquí ni se generarán puestos de trabajo", valoró. Pidió prudencia a la administración con las medidas que se tomen Coloma Col,l de Autos Coll. "Hemos de ir con cuidado con según qué soluciones tomemos contra la saturación, porque al final vivimos del turismo. Desde la experiencia puedo decir que antes el transporte y la movilidad era peor, ha mejorado mucho. La administración debe ser prudente".

Se mostró consciente de la complejidad del problema el conseller Marc Pons que explicó que donde el problema es ya significativo y está el debate abierto sobre limitar los vehículos es en Formentera y que aún así, pese a tener claro que deben tomarse medidas, la fórmula todavía está en estudio ante las consecuencias que tendría dar un paso en falso.

Fue Josep Maria Pastor quien se mostró más contundente con el tema: "Lo que es de poco gusto es que algunos rent a car paguen impuestos en Madrid y ocupen territorio aquí, lo que hay que hacer es encontrar una solución para que paguen aquí", expuso.

La Administración

El transporte público, la prioridad desde el Govern

Más allá de incentivar la renovación del parque de vehículos, de prepararse ante la llegada del coche eléctrico y de buscar soluciones a la saturación, el sector empresarial siguió poniendo deberes a la administración. Xavier Roca de Quality Center marcó la prioridad: "Lo que más debe hacer la administración es trabajar el transporte público. Es lo que tendrá efecto más inmediato para reducir contaminación y evitar la saturación", propuso.

Coincidió con él el director general de Movilidad del Govern, Jaume Mateu Lladó, quien, tras apostar por hacer un análisis "del mapa global", señaló que "hay una cuestión ecológica y de evitar la saturación. Por eso es importante que el sector público planifique el transporte y ayude a moverse a aquellos que no tienen coche". Apuntó exactamente en la misma dirección el conseller: "Se tiene que planificar bien el transporte público. El futuro tal vez sea que trayectos que hoy sólo concebimos en transporte particular acaben haciéndose con transporte público", afirmó, para a continuación poner un ejemplo. "Hace poco que el alcalde de Campos me ha pedido transporte público para llegar a ses Covetes. Nunca se hubiera pensado que este recorrido se pudiera hacer así. Ahora, ya hay otros alcaldes que me piden lo mismo para sus playas", relató Pons.

Lluís Pol quiso repartir responsabilidades de cara a afrontar los retos del futuro. "Fabricantes, concesionarios y administración hemos de poner de nuestra parte", asumió el propietario de Grupo Motor Mallorca.

Andreu Vidal insistió en que "hay un cambio en el modelo de movilidad y el sector privado y la administración pública tienen que colaborar para hacer frente a esos cambios".

El futuro

Los avances tecnológicos llenan de incertidumbre el sector

Tras dos horas de profundo análisis del presente y futuro del sector de la automoción, ¿cuáles son los retos a afrontar? Josep Maria Pastor trató de sintetizarlo: "Los dos retos más importantes son la contaminación y el coche autónomo". Quedaron expuestos sobre la mesa, sin embargo, todas esas cuestiones: desde el recambio del parque automovilístico, la incertidumbre que surge respecto al camino que marca el coche eléctrico o la limitación de vehículos. También quedaron en el aire otros retos que si bien se citaron no se llegaron a abordar en profundidad, como el coche compartido, a través de las plataformas y aplicaciones colaborativas.

Fue una radiografía rápida del sector de la automoción y de sus retos, pero que permitió a los empresarios del sector "filosofar", como lo describió Francisco Crespí, sobre el futuro y pensar cuáles son las medidas a afrontar para estar preparados a los cambios. "Es bueno pararse y filosofar para seguir avanzando", concluyó el encuentro el conseller Marc Pons.