El sector de la promoción inmobiliaria de Mallorca vuelve a dar señales de vida, fruto de la fuerte revalorización que el mercado residencial de la isla está registrando. La prueba más evidente de ello es que el número de viviendas proyectadas y visadas por los aparejadores durante los seis primeros meses de este año duplica el que se registró durante ese mismo periodo de 2015, fruto de la intensa reactivación que se está dando en las residencias plurifamiliares. Sin embargo, desde el sector se hace una advertencia: la mayor parte del producto que se va a sacar al mercado durante los próximos años va a seguir fuera del alcance del bolsillo de la mayoría de los residentes.
En concreto, los datos facilitados por el Colegio de Aparejadores de Mallorca señalan que durante este primer semestre del año se han visado en la isla proyectos para la próxima construcción de 697 viviendas, de las que 227 son chalés, 101 son adosados y 369 son plurifamiliares.
Para estimar el alcance de esta reactivación hay que tener en cuenta que en los primeros seis meses de 2015 se visaron 386 viviendas, con una salvedad: esta cifra incluye la legalización de algunos inmuebles unifamiliares situados en suelo rústico de la mano de la denominada Ley Company, por lo que los proyectos para nuevas edificaciones son en realidad menos de los señalados, de ahí que se pueda afirmar que la cifra de este año duplica la del ejercicio anterior.
Además, hay un dato que no deja margen de duda: durante el primer semestre de 2015 se visaron 91 viviendas plurifamiliares, lo que supone que en 2016 el ritmo se ha multiplicado por cuatro.
Otro elemento a destacar: un volumen de 697 viviendas visadas en seis meses no se alcanzaba en Mallorca desde 2009, ejercicio en el que se contabilizaron 680, con un peso muy similar de los chalés, un mayor número de plurifamiliares y una cifra mucho más reducida de adosados.
Demanda insatisfecha
El incremento en el número de viviendas visadas es importante pero, en opinión de los representantes del sector, claramente insuficiente para atender la demanda residencial que existe en la isla. Hay que tener en cuenta que de mantenerse el ritmo actual, el año podría cerrarse con 1.300 o 1.400 viviendas en Mallorca, cuando un estudio de la consultora CBRE cifra en unas 7.500 las nuevas residencias que sería necesario edificar cada año en el conjunto de Balears para poder cubrir la demanda existente, lo que hace evidente que el desfase es enorme.
Y a ello hay que añadir otro aspecto: el factor precio. Porque nadie pone en duda que la mayor parte de las nuevas construcciones residenciales que se van a desarrollar en la isla quedan muy lejos del alcance del bolsillo medio de los mallorquines. Para empezar, casi la mitad de los inmuebles que se están proyectando corresponden a viviendas aisladas y adosadas cuyo valor se enmarca en la gama alta y media-alta, especialmente en el caso de los chalés, muchos de ellos impulsados por extranjeros que desean contar con una segunda residencia en la isla.
Pero a ello hay que añadir que los plurifamiliares se están proyectando en municipios que se caracterizan por la escasez de suelo disponible y, consecuentemente, en los que el valor de este es muy alto, dejando el precio final del inmueble en niveles igualmente elevados. En concreto, de los 369 plurifamiliares visados durante el primer semestre de este año, 169 corresponden a Palma, e incluyen promociones como la de Son Quint, con precios que superan el medio millón de euros por piso. En Artà aparecen 105, destinados a segundas residencias para extranjeros, y 65 en Calvià, aunque en este caso figura una promoción de viviendas protegidas. A partir de aquí las cifras se desploman, con10 plurifamiliares en Andratx y ocho en Alcúdia, por citar algunos ejemplos donde el suelo también es caro.
