Tiempos de cambios en la UIB. Como marca el calendario, toca renovar la dirección de varios institutos de investigación. Uno de ellos es el Institut Universitari d´Investigació en Ciències de la Salut (IUNICS), que durante una década ha comandado Fèlix Grases, el investigador más prolífico en patentes. La persona que más sabe de Balears de cálculos renales ha aceptado volver a presentarse para dirigir el IUNICS, pero solo mientras se resuelve (o no) su proceso de fusión con el IdISPa, Institut d´Investigació Sanitaria de Palma, que dirige Miquel Fiol.
Ahora que Medicina va para adelante, Grases considera que debería prosperar esta fusión y él no quiere estar al frente del ente que resulte. Confía en que se lleve a cabo lo antes posible, pero sabe que la burocracia es lenta como una burra coja y complicada como algunas tramas de Juego de Tronos, así que se ha marcado un plazo máximo: en un año quiere dejar la dirección del IUNICS. Si para entonces no se ha producido la citada fusión, pedirá que se convoquen elecciones anticipadas para cubrir la dirección del IUNICS. Grases quiere dedicar más tiempo a la investigación y echa de menos la docencia.
Miquel Oliver no renueva en el IRIE
En el IUNICS no habrá cambio, de momento, pero en el Institut de Recerca i Innovació Educativa (IRIE) sí. El doctor Miquel Oliver deja el cargo, tras haber capitaneado, junto a su equipo, la transformación de Institut de Ciències de l´Educació (ICE) a IRIE. Ahora tendrá más tiempo para la docencia, la investigación (trabaja en cómo cambiar la formación inicial de los profesores) y para presidir y mejorar el funcionamiento del Consell Escolar de Mallorca. Antes ejercía también de representante de la UIB en el Consell Escolar de Balears pero le sustituyó Jordi Vallespir. Hay dos candidatos para sustituir a Oliver en el IRIE: la doctora Carmen Orte, del departamento de Pedagogía y Didácticas Específicas; y el doctor Jesús Salinas, del de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación.
Qué fue de la mesa de padres
La mesa de padres fue una iniciativa de la exconsellera Núria Riera para tratar de tender algún puente con las familias, creándoles un órgano de participación propio y exclusivo para ellas. No le dio tiempo a ponerlo en marcha y el actual equipo de Educación retomó la idea (lo contrario no hubiera sido muy propio del Govern de la gent). La mesa de padres se ha reunido una sola vez -el día de su constitucion- y no ha acabado de convencer a los que en teoría deberían ser protagonistas. Las familias protestaron porque en la mesa había más representantes de la administración que de los suyos. La Conselleria aseguró que replantearía la composición, pero, según la versión que se ha dado a las APAs, los servicios jurídicos no ven muy claro eso de que los progenitores tengan más peso que la Administración. Y ahí quedó la inicativa, atascada.
Los ´no-riesgos´ de mentir sobre la salud de tu hijo para lograr plaza
Manel Forteza-Rey es el padre que inició una cruzada por la transparencia en el proceso de escolarización cuando su hija no logró plaza en el centro que quería. Entre otras cosas, descubrió que varias familias habían mentido diciendo que sus hijos eran celíacos (lo que otorga un punto en la baremación). A raíz de la publicación de su caso en estas páginas, nos llega la anécdota desde otro colegio (público): unos padres presentaron un certificado de que su hijo padecía celiaquía (cuando no era así) para tener un punto más. Lograron la plaza. Lo que no se esperaron es que el colegio les planteara un menú especial sin gluten para su hijo, lo que podía tener sus riesgos ya que en realidad no era celíaco. Los progenitores tuvieron que acabar admitiendo ante el director que habían mentido. Ojo: no perdieron la plaza. Engañar sale gratis.
