La prohibición de la venta de alcohol a menores de edad no es ningún impedimento para ellos. Así lo revela la encuesta ESTUDES, realizada entre 2014 y 2015, que indica que el 77% de menores baleares de entre 14 y 18 años consume alcohol, un dato inferior respecto a años anteriores, que llegó a alcanzar el 86%. Sin embargo, esta cifra no puede interpretarse como positiva, según la coordinadora autonómica del Pla d'Addiccions i Drogodependències de les Illes Balears (PADIB), Francisca Bibiloni, y es que "no podemos decir que sea una bajada significativa".

Gran parte de su ingesta se produce durante las fiestas, que "quedan desvirtuadas por este consumo", nada relacionado con estas celebraciones con "un valor cultural y relacional muy importante para todos". Por eso, el director de l'Oficina de Defensa dels Drets del Menors, Joan Marc Tur, defendió que "ninguna institución puede promover fiestas en las que se fomente el alcohol".

Es también preocupante el abuso que se hace de su consumo, puesto que el 32% de estos jóvenes se ponen en una situación de riesgo. La experta en ciencias sociales y salud del Instituto Europeo de Estudios en Prevención (IREFREA) Montse Juan recordó que esto puede conducir a intoxicaciones, comas etílicos o abusos sexuales. Además, "está relacionado con unas enfermedades", por lo que una mayor ingesta puede suponer más riesgo de sufrir problemas en el hígado o incluso cáncer.

Resulta llamativo que este abuso se dé más en chicas, un 37% frente a un 30% del sector masculino. Juan destacó que este dato muestra que hay "muchas evidencias de la relación del alcohol con las agresiones sexuales"y que, por tanto, cuando se emborrachan más, "las mujeres son más vulnerables" a sufrirlas.

En cuanto a los botellones, la mitad de los adolescentes han acudido a uno en el último año. Ante esta situación, el técnico de juventud del Institut balear de Joventut Pep Lluís Riera sugirió potenciar otras clases de ocio, ya que "hay otras formas de divertirse sin el alcohol". Por lo tanto, se debe hacer una promoción de "hábitos y conductas saludables". A su vez, lamentó la bajada de especialistas en este tema a causa de la crisis.

Entre los lugares de donde los menores obtienen bebidas alcohólicas destacan los bares y los supermercados, de donde obtienen la mitad de lo que ingieren. Por esa razón, reclamaron mayores precauciones entre los comerciantes, como el simple hecho de pedir el DNI. En cambio, solo en un 9% de los casos lo cogen directamente desde su casa.

"Es un problema de todos", señaló Gloria Ferrer, miembro ejecutiva de la Federació d'Associacions de Pares i Madres d'Alumnes (FAPA), quien pidió a la sociedad en general "que asuma su responsabilidad" ante este problema. "No es una opción, es una obligación".