El sector regionalista que lidera Biel Company, también conocido como "crítico", se hará el próximo lunes con el control del poder en el PP de Balears. Todo ello les servirá para tomar posiciones de cara al próximo congreso regional donde Company tiene intenciones de presentarse para liderar la formación. Madrid autorizó ayer al presidente provisional del PP, Miquel Vidal, a acometer los cambios en la cúpula popular.

Se empezará por colocar a los regionalistas Sebastià Sagreras y Llorenç Galmés como secretario general y portavoz respectivamente. Ambos son considerados dos alcaldes del sector de Company y especialmente el primer edil de Campos tuvo un protagonismo especial en el derrocamiento del expresident del Govern y del PP, José Ramón Bauzá. Asimismo, se apunta que otro regionalista, el exconseller de Salut Martí Sansaloni, también pueda tener un puesto relevante en los puestos de decisión de los populares.

Será el próximo lunes cuando se celebre el comité ejecutivo que debe proceder a aprobar los cambios y los hombres de Company, con Vidal y Sagreras al frente, escenificarán la toma del poder y la perdida de influencia de los rodriguistas.

Unos 130 cargos populares deberán votar la propuesta del presidente, que no es otra que la del desembargo de los regionalistas con algunas compensaciones de menor calado para las otras familias del PP.

Fuentes populares aseguran que habrá mínima contestación interna en el comité ejecutivo popular. Debilitado el sector rodriguista con la caída de su máximo dirigente y prácticamente desaparecido el sector de Bauzá, se asegura que lo más probable "es que ni tan siquiera se realice votación, se aprobará por asentimiento".

Miquel Vidal se reunió ayer con Fernando Martínez Maíllo, vicesecretario de organización del PP nacional y mano derecha de Mariano Rajoy. Maíllo jugó un papel clave en la dimisión forzada de José María Rodríguez el pasado lunes. Según señalaron fuentes populares, el vicesecretario de organización dio plenos poderes al presidente popular para formar su equipo, que estará plagado de regionalistas del sector de Company. Ello permitirá quitar de número dos del partido al rodriguista Andreu Ferrer por la "perdida de confianza del presidente".

Ferrer se atrincheró el pasado miércoles en la sede del PP, pese a que Vidal le había comunicado su destitución. Argumentó que el presidente del PP, según los estatutos, no tenía potestad para revelarle del cargo. Era el último intento de la familia rodriguista para intentar demostrar algo de fuerza. Desde la cúpula del PP y desde los regionalistas no se inmutaron, sabedores de que el lunes se harían con el mando absoluto del partido hegemónico en Balears.

No obstante, otras fuentes apuntan que los rodriguistas se guardan algún as en la manga y no descartan mostrar su descontento en la reunión del comité ejecutivo por haber sido arrinconados. Hay que recordar que Vidal no esperó ni 24 horas de la dimisión de Rodríguez para fulminar a Ferrer como secretario general. No se descarta que algún incondicional de José María Rodríguez pueda recriminar la pérdida de peso del PP de Palma frente al de la part forana en los puestos de mando del partido.

Congreso en diciembre

Por otra parte, en el PP de Balears están convencidos de que el congreso regional que debe elegir al nuevo líder popular se pueda celebrar antes de Navidad. Creen que una vez se haya formado Gobierno en España tendrá lugar el congreso nacional y después vendrán los regionales. Así se explica la rapidez con que están actuando desde el PP durante esta semana y el desembarco de los regionalistas. Los hombres de Company lo quieren todo controlado para la cita congresual.