Ornitólogos han encontrado criando en la Colonia de Sa Cella, al suroeste de Mallorca, un ejemplar de pardela balear que fue anillado hace casi 30 años lo que supone un nuevo récord de longevidad para la especie, ha informado SEO/BirdLife en un comunicado.

La pardela fue hallada en marzo y el pasado junio contaba con un pollo sano que previsiblemente abandonará la colonia este mes para dirigirse hacia el Atlántico, ha informado la entidad, que señala que la anilla que portaba el ejemplar ha sido decisiva para precisar su edad y se remonta a una de las primeras campañas sistemáticas de anillamiento de la especie en la zona.

Este ejemplar fue anillado como pollo el 16 de junio de 1986 por el Grupo de Ornitología Balear (GOB). Desde entonces han pasado 29 años y 10 meses. Ya fue avistado en 2001, cuando SEO/BirdLife llevaba el seguimiento de la colonia y de nuevo en 2003.

Sa Cella es una gran cueva ubicada en el pie de un acantilado de 248 metros de altura, con la entrada a nivel del mar. La pardela balear nidifica en la zona más seca de la cueva, con un suelo con sedimento blando que permite a estas aves excavar una pequeña depresión o una hura.

La mayoría de los nidos están lejos de la entrada. Sa Cella es inaccesible a los depredadores y se considera un lugar seguro para las pardelas. Aún así, los estudios demográficos basados en datos de esta colonia indican que se da una alta mortalidad adulta y que la población decrece un 14 % cada año.

La longeva pardela fue seleccionada este año para llevar un GPS en el dorso de unos 17,5 gramos, durante varios días en el periodo de incubación (marzo-abril), cuando machos y hembras se alternan en la tarea de incubar su único huevo. El objetivo del estudio es determinar las zonas de alimentación y su posible interacción con distintas flotas de pesca.

El récord de longevidad de un ave lo tiene "Wisdom", una hembra de albatros de Laysan anillada en el año 1956, en el atolón de Midway. Aunque fue hace 60 años, probablemente su edad real sea como mínimo de 65 años, ya que fue marcada como adulta.

El récord de longevidad para una pardela lo tiene una pichoneta de más de 50 años, anillada y recapturada en la isla de Bardsey, en Gales.

Tras muchos años visitando Sa Cella, los ornitólogos encargados del seguimiento han detectado que van desapareciendo aves reproductoras.

Un reciente estudio publicado en la revista científica "Journal of Applied Ecology", liderado por el Instituto Mediterráneo en Estudios de Estudios Avanzados Imedea (CSIC/UIB) y en el que ha participado SEO/BirdLife, concluye que la actual tasa de mortalidad "no natural" de la pardela balear es insostenible.

Cada año la población de pardela balear se reduce aproximadamente en un 14 %, y si esta tasa de declive no se corrige, la especie podría desaparecer en cerca de 60 años.

Las capturas accidentales en artes de pesca son la principal causa de la baja supervivencia, según el estudio, con un 45 % de la mortalidad adulta por esta causa.

La pardela balear es la única especie nativa de Europa considerada "en peligro crítico" de acuerdo a los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Se considera el ave más amenazada de Europa. Baleares es el único enclave de reproducción.

SEO/BirdLife considera el anillamiento científico una herramienta esencial en el estudio de la demografía de la pardela balear. El ornitólogo Miguel MacMinn, de Biogeomed Universitat Illes Balears, ha pedido a las administraciones locales, nacionales y europeas "medidas para que se reduzcan las capturas accidentales, contribuyendo así a la sostenibilidad de la actividad pesquera".

El responsable del Programa Marino de SEO/BirdLife, Pep Arcos, cree que "es urgente tomar medidas para minimizar las capturas accidentales de pardelas y de otras especies". "Para ello es esencial contar con la colaboración de los pescadores, para los que estas capturas solo representan molestias", añade.