Con un escueto "Sí". Así respondió el sacerdote Pere Barceló a todas las acusaciones de abusos sexuales que el fiscal Ramón Vázquez le iba relatando en el juicio celebrado el pasado lunes.

El expárroco de Can Picafort, acusado de abusos sexuales a una niña de diez años, confesó todos los hechos y reconoció que violó a la menor -que actualmente tiene 28 años- en repetidas ocasiones entre los años 1997 y 1998.

Tras haber admitido las acusaciones, Barceló se declaró "totalmente arrepentido". "Le deseo lo mejor a esta señora y a su familia, nunca he tenido rabia de ningún tipo, les deseo desde ahora y para siempre lo mejor", afirmó.

El capellán aceptó una condena de seis años -la petición inicial era de 42- por unos hechos que incluyen una veintena de felaciones practicadas en el coche del rector, según admitió él mismo. Asimismo, violó vaginalmente a la niña en una docena de ocasiones en su habitación de la rectoría.

Los hechos habían sido denunciados por Mateu Ferrer, hoy periodista de DIARIO de MALLORCA y testigo de los abusos.