El pasaje de un vuelo de la compañía Vueling con destino al aeropuerto romano de Fiumicino, que realizó una escala en Son Sant Joan para cambiar de avión la madrugada de ayer, se amotinó y se negó a embarcar de nuevo para completar un trayecto que ya sufría más de doce horas de retraso, según relataron a este diario fuentes del aeródromo palmesano.

Los encendidos ánimos del pasaje, que se negaba a embarcar de nuevo a las dos de la madrugada para completar el trayecto hasta Roma, hizo necesaria la presencia de agentes de la Guardia Civil para calmar la situación. Un momento crítico que finalmente se recondujo cuando el propio comandante de la aeronave salió hasta la puerta de embarque y amenazó al indignado pasaje con partir sin ellos. "El avión saldrá con destino a Roma lleno o vacío, ustedes deciden", aseguran que les dijo. Ante el ultimátum, los pasajeros optaron por embarcar y acabar de una vez con su pesadilla de horas.

Intento de agresión al personal

Pero esta no ha sido la única consecuencia de la deficiente operatividad de Vueling en los aeropuertos de Balears en los últimos días. El pasado viernes, también en el aeródromo de Palma, unos irritados pasajeros intentaron agredir al personal que supervisaba el embarque de un trayecto de Vueling que sufría un considerable retraso. Trabajadores que, por otra parte, pertenecían a la compañía Iberia y no a la causante del caos aeroportuario de los últimos días.

Y ayer Vueling canceló un vuelo de Eivissa con destino a la Ciudad Condal y los retrasos seguían siendo la tónica en los trayectos de esta compañía con destino u origen en los aeropuertos de las islas. La conexión Eivissa-Barcelona prevista para las 02.55 horas de la pasada madrugada finalmente no fue operada y los mayores retrasos se vivieron en Maó. En Mallorca la incidencia fue menor aunque, como ya se ha dicho, los retrasos eran también habituales.

Estos problemas en la operativa de la compañía de bajo coste fueron más graves en el Aeropuerto de El Prat, lo que ha llevado a intervenir tanto al Ministerio de Fomento, que ha expedientado a la aerolínea, como al Ejecutivo catalán, que estudia aplicarle una fuerte sanción.

El Gobierno y la Generalitat, además, han convocado hoy a la dirección de Vueling a sendas reuniones de urgencia para pedir explicaciones y exigir soluciones inmediatas.