El sacerdote Pere Barceló, que fue párroco de Can Picafort, ha confesado ante la Audiencia de Palma que violó repetidamente a una monaguilla de diez años. El capellán aceptó una condena de seis años por unos hechos que incluyen una veintena de felaciones practicadas en el coche del rector, según admitió él mismo. Asimismo, violó vaginalmente a la niña en una docena de ocasiones en su habitación de la rectoría, siempre según su confesión.

Los sucesos ocurrieron a finales de los noventa y fueron denunciados por Mateu Ferrer, periodista de DIARIO de MALLORCA y testigo de los abusos por ser catequista a la sazón. El obispado solo reaccionó en 2013, cuando apartó cautelarmente a Pere Barceló de sus responsabilidades sacerdotales tras reavivarse la polémica en un documental donde intervino el redactor de este periódico. Ayer mismo, la diócesis emitía un comunicado en que "manifiesta su repulsa por estos comportamientos impropios de un sacerdote".

Pere Barceló se enfrentaba a una petición de pena de 42 años por parte de la fiscalía. La víctimas de las violaciones, María, tiene en la actualidad 28 años. Ha asistido al juicio como testigo y no tuvo reparos en declarar ante los periodistas que "en la primera denuncia no se hizo todo lo posible porque era la Iglesia". Aquel primer archivo permitió que prosiguieran los abusos sexuales, según la víctima.