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Virus

Condenan a un hotel por infectar con legionela a un cliente en la ducha

La víctima, un turista de nacionalidad británica, llegó a perder las dos piernas como consecuencia de su larga estancia hospitalaria y posteriormente falleció

El turista presentó una denuncia contra el hospital de Son Dureta por las úlceras que sufrió. b. ramon

Un hotel de Calvià tendrá que indemnizar a un cliente que resultó infectado con la bacteria de la legionella, que apareció localizada en el agua de la ducha y en las instalaciones comunes de la piscina. Como consecuencia de esta infección el hombre llegó a sufrir un auténtico calvario, hasta el extremo de que tuvieron que amputarle las dos piernas al verse afectadas ambas extremidades por úlceras. Aunque inicialmente una juez de Palma determinó la relación entre la legionella y las úlceras, la Audiencia ha rectificado esta conclusión. Médicamente no se han podido demostrar dicha relación entre ambas situaciones. Ello ha supuesto que la inicial indemnización fijada a favor de los herederos del paciente (que falleció después de la imputación) se limite a los 5.000 euros, frente a los 289.000 euros que fijó la juez de primera instancia que resolvió sobre la demanda, cuya sentencia ha sido modificada por la Audiencia de Palma.

Los hechos por los que ahora ha tenido que pronunciarse el tribunal no son recientes. Ocurrieron en la primavera del año 2001. Este cliente británico pasó diez días hospedados en este hotel de Calvià. Cuando estaba a punto de regresar a su país no pudo hacerlo debido a que presentaba un cuadro de fiebre alta. Lo ingresaron en una clínica privada, pero al carecer de seguro lo llevaron a Son Dureta. En el hospital le diagnosticaron neumonía, insuficiencia respiratorio aguda y al realizar un análisis de la orina se detectó legionella.

Desde el hospital se alertó a la conselleria de Sanidad, que de inmediato envió a sus inspectores al hotel. Los técnicos localizaron la bacteria en las duchas de dos habitaciones del edificio, así como en la piscina.

Mientras tanto, el paciente pasó varios meses en el hospital. Se trataba de una persona muy fumadora y con graves problemas de hipertensión. En septiembre se le trasladó en un avión medicalizado a Gran Bretaña. Allí lo ingresaron de nuevo en un hospital. Tenía úlceras. Recibió tratamiento y en el mes de enero fue llevado a otro centro hospitalario, hasta que fue dado de alta con tratamiento en su domicilio. Las úlceras empeoraron, hasta el extremo de que en febrero de 2003 volvió a ingresar en el hospital. Las lesiones, además de aumentar de tamaño, se habían infectado.

Los médicos realizaron una operación de eliminación de tejido muerto. Poco a poco su estado fue empeorando. En julio se le imputó la pierna derecha. Al año siguiente se hizo lo mismo con la otra extremidad.

El hotel ha negado siempre la relación entre la bacteria y la amputación de las piernas al cliente. El tribunal de la Audiencia le da la razón y niega dicha relación.

Sim embargo, a unque el hotel negara también que provocara esta infección, el tribunal lo declara demostrado.

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