Vuelven las elecciones y vuelven las mareas frente a la sede de Educación. Esta semana se ha creado una marea nueva: la rosa. Ése fue el color de camiseta elegido por los profesores de Religión y de concertada que el jueves respondieron a la llamada de USO para protestar en el número 29 de la calle Alfons el Magnàmim por la reducción de horas. ¿Por qué rosa? Porque no había muchos más colores disponibles: el verde, el morado, el azul, el naranja, el rojo... casi todos los pigmentos ya están asociados a algún colectivo o partido.
Contra los dinosaurios vengativos
Daviu Sánchez, del comité de profesores de Religión, empezó su arenga admitiendo que Martí March -quien fue su director de tesis y con quien ha firmado varios artículos sobre pedagogía- es dialogante, pero su tono se fue endureciendo, para acabar criticando "las venganzas políticas" de "los dinosaurios de la Conselleria". ¿Quién es el triceratops? Para USO tiene un nombre: Jaume March, el exdirector del IES Marratxí, y hoy jefe de servicio de Planificación. A la marea rosa -que lanzó claros mensajes enfocados a las jornada electoral de mañana- le sucedió un día después la protesta de los docentes de Formación Artística unidos en la Plataforma CREA, que consideran que March y su equipo hacen mucho "postureo" pero a la hora de la verdad no defienden la cultura ni los valores que aportan las artes.
La campaña y la concertada
En temas educativos esta recampaña electoral ha introducido un tema nuevo respecto a la anterior: la enseñanza concertada. Todo empezó en Valencia, donde el sector ha protagonizado varias movilizaciones con miles de personas defendiendo la red subvencionada de "los ataques" de la Generalitat Valenciana. Y el PP en seguida salió, con Mariano Rajoy al frente, como el defensor de la enseñanza concertada. Representantes de Ciudadanos en Valencia se hicieron la foto en las manifestaciones, aunque en Madrid es cierto que la formación naranja apoyó al PSOE en la enmienda que presentó para reducir los fondos destinados a estos colegios. A nivel nacional, el partido socialista dice "respetar" esta red de enseñanza que Felipe González creó en 1985. ¿Y Unidos Podemos? Su apuesta es "una moratoria de conciertos educativos, junto a un plan para su supresión progresiva mediante la integración voluntaria de estos centros en la red pública". La coalición es la que más abiertamente expresa su rechazo a la concertada y aquí en Balears hay responsables del partido en el área de educación vinculados a la Plataforma Crida que han sido muy críticos también con estos colegios. Por eso llama la atención que en Mallorca haya profesores de concertada que no solo apoyan a Podemos sino que participan activamente e incluso tienen algún cargo, aunque sea de segunda fila. Por cierto, la semana pasada en el Parc de Sa Riera no pasó desapercibido el gesto -otra vez- de Pablo Iglesias hacia las camisetas verdes.
Repeticiones "sorpresa"
Estaría bien algún día de estos acabar teniendo un gobierno. Todos los sectores lo necesitan, pero en el caso del educativo es muy urgente que alguien tome las riendas y empiece a despejar incógnitas de cara al curso que viene. En los institutos los profesores, las familias y los alumnos deploran la falta de información para planificar el próximo ejercicio, en el que está prevista la culminación de la implantación de la LOMCE en Secundaria, además de la puesta en marcha de las reválidas de ESO y Bachillerato. "Hay mucha incertidumbre", indicaba un docente, "y no sabemos qué decirles a los padres". Además de dudas, también hay sorpresas de final de curso, como la que se han llevado algunas familias al enterarse de que su hijo repetirá pese a tener ´solo´ dos asignaturas suspendidas: con la LOMCE en ESO se puede pasar curso con hasta tres áreas suspendidas -como hasta ahora- pero solo si estas materias no incluyen al mismo tiempo Matemáticas, Lengua Castellana y/o Catalana.
