Una nueva batalla por el parking de Son Espases está servida. Los trabajadores del hospital anunciaron ayer que se concentrarán los próximos días 27, 28, 29 y 30 de este mes (de lunes a jueves de la semana que viene) durante cuatro horas, de 9.30 a 13.30 horas, en protesta por lo que consideran una cesión de datos a una "empresa privada" (la concesionaria) que no piensan acatar ya que, en su opinión, vulneraría la ley de protección de datos.

Según denunciaron los representantes sindicales de la junta de personal del hospital, el problema ha surgido cuando la gerencia ha emplazado a todos los empleados que usan la zona del parking reservada para ellos de forma gratuita a que faciliten sus datos a la concesionaria para actualizar las tarjetas identificativas que les permiten acceder al aparcamiento.

Entre las condiciones del uso del parking que figuran en el documento que ha de firmar cada trabajador se autoriza a la concesionaria a, una vez transcurrida una hora desde que se avisa al trabajador para que lo haga él mismo, a retirar con una grúa los coches mal estacionados y situarlos en la zona del aparcamiento de pago. En estos casos, tanto el coste de la grúa como el del tiempo que pase el vehículo aparcado en la zona de pago, correrán a cargo del trabajador infractor.

Connivencia con la concesionaria

Y los trabajadores denunciaron que el director general del Servei de Salut, Juli Fuster, ha dado órdenes expresas de impedir el acceso a la zona gratuita reservada para los trabajadores a todo aquel empleado que no haya actualizado los datos de sus tarjetas antes de fin de mes, una acción que, en su opinión, demuestra la connivencia de Fuster con los intereses de la concesionaria.

Sin embargo, fuentes del IB-Salut señalaron que con esta medida tan solo se pretende poner fin a una situación potencialmente peligrosa ya que en la zona gratuita para los empleados (944 plazas) aparcan muchos más vehículos en lugares prohibidos que, además, impiden la normal circulación por el interior de la infraestructura.

Por último, los trabajadores denunciaron que la concesionaria cierra las barreras de acceso a su zona de aparcamiento de forma sistemática pocos minutos después de las ocho de la mañana cuando, aseguraron, aún quedan plazas libres con el objetivo de que tengan que estacionar en la zona de pago. Asimismo revelaron que ha sido sancionada con 12.000 euros por cerrar todos los accesos a la zona reservada para ellos y habilitar únicamente una entrada al aparcamiento de cobro.