Un aspecto que se lamenta desde la Asociación de Salas de Fiestas y Discotecas de Balears (Abone) es que la administración pública esté favoreciendo la competencia desleal que se registra en el sector de la mano de una fiscalidad que se califica de injusta. Las empresas legales vinculadas al ocio nocturno tributan con un IVA del 21% por su consideración de espectáculos, un porcentaje que desde el sector de califica como claramente excesivo, pero a lo que se añade una fórmula en la aplicación de este impuesto que se denuncia como ilógica. Según señala Jesús Sánchez, el problema no es solo que ese 21% se aplique sobre la entrada y la primera consumición, sino que además se mantiene sobre cualquier bebida que se pida después de la anterior, lo que implica que tomarse un simple refresco en una discoteca sale mucho más caro que en cualquier bar.

Eso hace que los restaurantes o bares que aprovechan los fines de semana para extender su actividad de forma irregular a la de salas de fiesta se vean favorecidos por el hecho de que en su caso el IVA a aplicar sobre esas mismas consumiciones es de un 10%, lo que les permite ofertar precios considerablemente más bajos. Esa competencia desleal alcanza los niveles máximos en el caso de las fiestas en domicilios particulares, donde la tributación en la mayoría de los casos es nula por cuanto se trata de una actividad ilegal y no declarada.

Según se asegura desde las empresas de ocio nocturno, ese IVA del 21% tiene un segundo efecto desfavorable para la economía balear, al obligar a muchos de estos locales a cerrar durante los meses de invierno, incluso los que se encuentran en Palma, debido a que se limita su rentabilidad.