El nuncio del Papa Francisco en España, Renzo Fratini, muestra en un documento oficial su pesar por el daño causado a la Iglesia mallorquina y a los directamente afectados por el impacto de la relación entre el obispo Javier Salinas y su antigua secretaria, Sonia Valenzuela. "Lo lamento mirando el bien de la Iglesia en Mallorca, y también de su vida de familia", le escribe el máximo representante del Vaticano en el país a Mariano de España.
El escrito del nuncio llegó a Palma en pleno revuelo mediático y social por este capítulo, en el que el propio obispo llegó a declarar "no estoy enamorado" de Valenzuela, y asegurar que las dos alianzas que se habían intercambiado él y su mano derecha en la diócesis solo eran un símbolo de pertenencia a un "grupo de oración". Reconoció también que él y su secretaria eran los dos únicos miembros.
El marido de Sonia Valenzuela culpa a Javier Salinas de haber terminado con su "matrimonio feliz durante 25 años" por su "intromisión" en el mismo.
"Todo está ya bajo discernimiento de la Santa Sede", comunica el embajador apostólico a De España, tras haber sido apercibido por éste de que el obispo había "abducido" a su esposa, y presentarle la pertinente denuncia eclesiástica solicitando la adopción de medidas contra Salinas. Monseñor Fratini expresa su "deseo profundo" de que la vida familiar de De España y Valenzuela "se recomponga en la paz". Asimismo, el diplomático vaticano afirma que se une al rezo con y por el denunciante, "Sonia y por sus queridos hijos".
En una carta con sello de la Nunciatura Apostólica en España, fechada en Madrid el 18 de enero de este año (por error pone "2018"), el máximo representante del Pontífice en Madrid da acuse de recibo a Mariano de España del informe de un detective privado que recoge los encuentros nocturnos del obispo Salinas y su estrecha colaboradora, en el Palacio Episcopal. "Como continuación del encuentro mantenido en esta Representación Pontifica, usted ha tenido a bien enviarme, con fecha del pasado 13 de enero, una atenta carta acompañada de un amplio dossier", recalca la exhaustividad del informe Renzo Fratini.
Un mes sin respuesta
Fratini y De España se habían reunido en la sede de la Nunciatura el 18 de noviembre de 2015. En dicho encuentro el marido denunció el sospechoso vínculo, según él, entre su mujer y el obispo Salinas, enseñándole al nuncio el soporte documental de la "relación impropia" entre los dos, básicamente fotos de sus encuentros y facturas telefónicas de extensas llamadas a horas intempestivas.
"Al haber transcurrido largamente un mes desde la entrevista que su eminencia tuvo a bien concederme", sin respuesta alguna por parte de la Iglesia, en enero pasado De España volvió a contactar con Fratini, esta vez por correo, "para recordarle el asunto del obispo de Mallorca, Javier Salinas, y mi esposa Sonia Valenzuela". Pese al silencio oficial recibido, el esposo adjunta al nuncio "copia de parte de las pruebas que poseo, que son las que le enseñé a usted en la audiencia".
"Le agradezco me haya hecho llegar esta ilustración de cuanto personalmente me quiso expresar, lo cual lamento mirando el bien de la Iglesia en Mallorca y también de su vida de familia, la cual deseo profundamente se recomponga en la paz", manifiesta Fratini su preocupación por la situación.
Lectura exhaustiva del dossier
El nuncio repasó cuidadosamente todo el seguimiento que una agencia de detectives palmesana hizo durante semanas al obispo y Valenzuela, constatando sus citas en la residencia privada del prelado a escondidas del personal del Obispado. "Su envío coincide en el momento en que, como usted bien conoce, todo está ya bajo discernimiento de la Santa Sede", ratifica que ha dado traslado de la causa a Roma.
En su carta a monseñor Fratini -que al igual que el resto de documentos citados en estas páginas se custodian celosamente en un expediente eclesiástico reservado- Mariano de España reitera su dolor por la indiferencia del obispo Salinas ante su sufrimiento personal: "Todavía hoy no alcanzo a comprender cómo después de dos ocasiones en las que le supliqué al obispo que cesara en la relación impropia con mi esposa, argumentando incluso los problemas de afectividad que él tenía, no quiso o no supo atender dichas súplicas, haciendo caso omiso de las mismas".
El denunciante también se muestra dolido ante la ausencia de actuaciones por parte de la curia vaticana, "ya que mi matrimonio desgraciadamente está acabado y mi familia desecha por culpa del obispo Salinas", sentencia a Fratini. De España se muestra esperanzado en que "las propuestas de solución al respecto del prelado" -que habían puesto sobre la mesa en su entrevista en la Nunciatura, y que entre otras planteaban un traslado del obispo fuera de Mallorca- "zanjen de una vez por todo este desagradable episodio". El marido de Valenzuela se despide del nuncio "a la espera de una respuesta que creo que merezco".
"Que Dios nuestro Padre, bueno y misericordioso con todos, nos ayude y acompañe con su bendición", concluye el nuncio su contestación.
