El servicio de urgencias de Son Espases ha pedido al Servei de Salut que habilite algún punto de asistencia en las zonas más calientes de la isla -las fuentes de esta información hablan de una carpa en la zona de Magaluf, de donde proceden la mayor parte de pacientes asistidos por intoxicaciones etílicas- en el que atender las habituales borracheras de los jóvenes turistas y evitar de esta manera la saturación de las urgencias hospitalarias.
"El Servei de Salut, a instancia nuestra, está estudiando el asunto", explicó una fuente del servicio de urgencias del hospital de Son Espases que señaló que, en estos momentos, ya están atendiendo entre cuatro y cinco intoxicaciones por alcohol cada día antes de darles el alta por las mañanas una vez que superan los efectos de la borrachera. "Y la cifra ya no hará más que subir en las próximas semanas hasta las diez o doce asistencias diarias", advirtió la citada fuente.
Estos jóvenes intoxicados ocupan camillas y saturan los espacios asistenciales de los servicios de urgencias restando recursos para atender problemas de salud más graves que una simple borrachera que se supera con horas de sueño.
"En la carpa habría profesionales sanitarios que controlen la evolución de las intoxicaciones y que deriven los casos más graves a otros niveles asistenciales", proponen las fuentes consultadas antes de recordar que una iniciativa similar ya se puso en marcha en el municipio ibicenco de Sant Antoni recientemente.
Preguntado sobre esta cuestión, el Servei de Salut admitió la petición aunque matizó que finalmente han descartado promover una medida de este tipo. En cualquier caso, las fuentes consultadas recordaron que el coste de la carpa instalada en Sant Antoni en el verano de 2014, así como el personal sanitario que atendía a los intoxicados instalados en ella, fue sufragado íntegramente por los empresarios de los locales de ocio de la zona de West End.
Además, desde el Servei de Salut recordaron que ellos solo pueden dar un servicio asistencial de calidad, lo que les obligaría a montar un hospital de campaña para atender con garantías a los jóvenes intoxicados por la ingesta de alcohol y otras sustancias.
"Tendríamos que tener respiradores para prevenir ahogamientos aparte del peligro que supone atender a unos pacientes inconscientes de los que desconoces todo, incluso las sustancias ingeridas que les han conducido a ese estado", argumentaron desde el IB-Salut algunas de las razones que les han hecho descartar la instalación de una carpa asistencial para estos pacientes.
Petición de profesionales
Lo que obviaron decir es que la petición de esta carpa asistencial en Magaluf ha partido de profesionales de la asistencia de urgencias que constatan cómo, año tras año, su servicio se ve colapsado por pacientes cuya única patología es haber ingerido alcohol en exceso.
También destacaron en el IB-Salut que los recursos asistenciales de la zona son reforzados durante los meses de estío. Así, concretaron que el centro de salud de Santa Ponça dispone de un médico desplazado más, de ocho de la mañana a ocho de la tarde, desde principios de junio a principios de octubre. Refuerzo que se completa con una enfermera más de tres de la tarde a ocho de la noche. El centro de salud de Palmanova, añadieron, cuenta con un facultativo más desde la apertura del centro hasta las tres de la tarde y un pac móvil durante todo el año. Por último, los servicios del 061 disponen desde el pasado 1 de junio de una ambulancia de soporte vital básico (dotada con un chófer y un técnico) que actúa en la zona de once de la noche a siete de la mañana.
