-Los hoteleros no les quieren mucho
-Bueno, depende. Hay hoteleros que están un poco más a favor del alquiler vacacional y otros que no entienden el concepto de economía colaborativa. Pero estamos en una etapa en la que va a cambiar todo. Esperemos que la legislación que se apruebe haga un mercado económico más flexible y genere otro tipo de economía que de bienestar a las personas que trabajan y que el usuario lo perciba.
-¿Están los apartamentos turísticos en una especie de limbo jurídico que al final facilita que muchos se alquilen en negro?
-Eso es lo que se intenta vender, que estamos en un limbo y que somos ilegales. Pero básicamente se demanda un alojamiento y una prestación de servicios. No hay un limbo. El alojamiento sin prestación de servicios va por un lado, guste o no guste. A nosotros no nos gusta porque preferiríamos que estuviera ya en una norma más flexible y adaptada a la actualidad, con unos márgenes más restrictivos, con una fianza diferente, unos controles policiales y que se adaptara en una ley con la que se debería ya regular en 2016 y que debería haberse aprobado hace años.
-¿Qué recetas le aconsejan al Govern para esa regulación?
-Aunque haya una legislación autonómica, yo apostaría más por una estatal, porque las bases deberían ser un plan estratégico de turismo nacional y escuchar lo que dice Competencia y la Comisión Europea. A Biel Barceló le enviamos en septiembre nuestra propuesta de legislación. El alquiler no se puede prohibir. Los ciudadanos tienen el derecho de propiedad y pueden alquilar a quien quieran. Se trataba de añadir unos requisitos para el caso de las viviendas vacacionales, desde la base de que las leyes no tienen que prohibir, sino incentivar para lo bueno. Los incentivos que proponemos se dirigían hacia la calidad y sostenibilidad. Las casas mallorquines tienen pozos, contraventanas, muchos sistemas de sostenibilidad que debemos fomentar. De este modo además, estaríamos fomentando la edificación tradicional de las islas, mantendríamos nuestro patrimonio, rehabilitaríamos más de lo que se construiría nuevo... Todo esto, a la larga, consigue también que se promocione nuestra historia.
-¿Qué incentivos plantean?
-Proponemos que la normativa contemple incentivos de peso. Por ejemplo, que las que cumplan con esos criterios sean las casas que se promocionen, que tengan más visibilidad en cualquier feria turística, que las casas más sostenibles y de más calidad estén menos gravadas o que las que sean menos sostenibles o de menor calidad estén más gravadas.
-Es decir, incentivos fiscales y de promoción
-Sí. Estamos en un cambio de mercado global e incentivamos que las normas no sean prohibitivas, que en este sector no pueden serlo, sino que sean incentivadoras.
-¿Para cuándo cree que estará lista la normativa del Govern?
-El mandato parlamentario para que estuviera elaborada en seis meses acaba a finales de agosto. A la vista de que el documento de trabajo se ha dejado un poco a un lado y se sigue insistiendo en que la responsabilidad recaiga en los consells insulars y ayuntamientos, nos da la impresión de que no se está agilizando la solución al problema de los propietarios de viviendas vacacionales y en general de todo el sector turístico. Yo no espero que para antes de diciembre esté. Desde el 16 de abril, que es la fecha del documento de trabajo, no se ha hecho nada.
-¿A qué cree que se debe el retraso?
-Se está planteando que cuando esté la legislación autonómica, quedemos a la espera de una legislación de los consells y al final de los ayuntamientos. La normativa autonómica será una legislación de mínimos que facultará a los consells. Para eso necesitas no ya medio año, sino nueve meses como mínimo, porque cediendo competencias necesitarás ese tiempo. El documento de trabajo no dejó satisfecho ni a la parte más proteccionista del territorio, ni a la Federación Hotelera, ni a nosotros, ni el resto de administraciones involucradas. Sólo recibió el apoyo del Consell de Eivissa, que tiene las competencias. En Mallorca y Menorca consideran que debe ser el Govern el que establezca unas bases más potentes, y que el mandato parlamentario recaía sobre el Ejecutivo balear, no sobre los consells.“Las viviendas vacacionales contribuyen más a la desestacionalización turística que los hoteles”
-¿Qué consecuencias tiene, a su juicio, el que las viviendas vacacionales no se puedan promocionar como alquiler turístico?
-No puedes promocionarte poniendo turístico, vacacional o derivados. El problema es que el turista pide alojamiento sin prestación de servicios. Preferiblemente, salvo en el caso de grandes villas de lujo, no quiere servicios turísticos. No quiere una limpieza periódica ni nada en la casa, ni un servicio de restauración, ni una recepción... Las viviendas vacacionales amplían el sector, no son una competencia desleal. Lo que hay que hacer es identificar las figuras. Si quieres servicios están los agroturismos, las villas turísticas... Pero no un alquiler vacacional, que debe ser sin servicios pero con calidad. Lo que tenemos que fomentar es que esos turistas vayan a restaurantes, por ejemplo.
-Explique como funciona el mercado de la vivienda vacacional para alguien que no haya recurrido nunca a este turismo.
-Contratas a través de una plataforma, como AirBNG o Homeaway. Casi el 90 por ciento de la inversión que hará el turista en sus vacaciones será integramente en Mallorca. Pagarán la estancia al propietario, excepto una pequeña comisión, y después estarán en la calle, en los comercios, en los supermercados... Puedes alquilar, pero no anunciarte como alojamiento turístico. Estamos en el siglo XXI. La tecnología es un sector puntero y es la primera base para comunicar y hacer también transparente tu alquiler. Si te pones en esas plataformas y tienes un perfil, vives de los comentarios que te hacen. Todos tienen las casas impolutas porque no quieren comentarios negativos. Es una de las cuestiones que le hemos planteado a Biel Barceló, la de podernos promocionar como alquiler turístico.
-¿Y la respuesta cual ha sido?
-La respuesta del Govern es que cuando salga la normativa la promoción será la guía para defender estas viviendas vacacionales. Pero insisto en que todo esto no debería ser algo que regulara cada comunidad autónoma a su manera, sino que debería haber una ley estatal a la que después las comunidades adaptaran algunas cosas, porque al final cada comunidad puede hacer cosas muy dispares.
-¿Hay presiones para evitarlo?
-Bueno... Ahora hay un boom de demanda, están llegando más turistas que nunca por la coyuntura política y conflictos bélicos de algunos países competidores y también por la publicidad que se hace de las islas, ya sea con anuncios de cerveza, porque sale que Palma es la mejor ciudad para vivir... Son cuestiones que llaman a los turistas hacia las islas. Pero cuando esa coyuntura cambie y baje el boom, quedarán los mejores y los mejor posicionados. Tarde o temprano el mercado acabará reduciéndolo. Todo lo que sube baja. Sería un error legislar como si esta situación fuera a ser permanente. Legislemos para que sea una ley lo mas estable en el tiempo posible.
-Ese boom ha llevado a una presión humana sobre las islas ante la cual cada vez hay más voces que afirman que es insostenible.
-Esa presión nos preocupa a todos, pero insisto en que no durará siempre. ¿Cómo llego el turismo a Formentera? El año del anuncio de la cerveza Damm. ¿Cómo llegó el turismo en invierno a Palma? Porque los periódicos británicos dijeron que era la mejor ciudad para vivir. Salimos en siete encuestas distintas como los que tenemos las mejores playas. Todo eso es una publicidad muy positiva, pero que no controlamos desde Balears. No controlamos estos factores externos. Cuando todo eso pase y se destaquen estas cosas de otros destinos, nos tiraremos de los pelos como ha ocurrido ya en otras épocas.
“Al Govern le pedimos que la normativa para viviendas vacacionales se base en incentivos, en vez de prohibir”
-Dice que le preocupa esa presión humana, pero los apartamentos turísticos añaden un plus.
-Se nos acusa de muchas cosas, pero al final el aumento de la presión será de las nuevas construcciones, porque sobre las casas antiguas ya estaba calculada. Además no se habla de los beneficios que conlleva el alquiler vacacional. Muchas personas han podido pagar así su hipoteca, han comprado un piso del SAREB que dejamos de pagar entre todos, reciben a turistas y recomienda n la cafetería, panadería y supermercado de al lado de su casa. Restaurantes y comercio llevan años diciendo que están aumentando sus ingresos gracias a las viviendas vacacionales. El turismo ha llegado a todos los pueblos de Mallorca, cuando antes solo se enriquecía el litoral. Y el turismo ya no es solo del verano. Se nos machaca con muchas cosas, se nos critica, quizá porque tenemos demasiadas cosas positivas que prefieren no destacar. Nosotros contribuimos más a la desestacionalización que los hoteles y eso son datos de distintas encuestas.
-¿Y situaciones extremas como el caso de Eivissa en donde los precios abusivos de los alquileres son un problema para que los trabajadores accedan a la vivienda?
-Eso sería otro tema. Paralelamente a la política del alquiler vacacional habría que mejorar la política de vivienda. Mientras que el alquiler de vivienda habitual no garantice la devolución del inmueble en las mismas condiciones, o no facilite un desahucio en el caso de impago o la recuperación de la vivienda para un familiar en un período más limitado, hay personas que aunque no alquilen vacacionalmente no pondrán su vivienda vacía en el mercado para otro tipo de alquiler. Mientras no suban los sueldos, muchas personas no pueden pagar los precios de alquileres que se pueden ofrecer, porque las viviendas son caras y no se pueden poner en el mercado de alquiler baratas ya que el particular no va a perder dinero. También necesitamos viviendas de protección oficial. Ahora hay un boom y mucha demanda de vivienda vacacional, pero también falta que mejore mucho el alquiler tradicional y la vivienda social para que no sea tan distante el estar en un mercado u otro, porque el propietario no va a elegir lo que va en contra suya. Fíjese que nosotros queríamos que la vivienda social entrara en el impuesto turístico, pero no se incluyó.
-¿Habría que limitar las plazas?
-Tenemos mucha cantidad y hay que gestionarlo, porque eso no lo podemos mantener. No podemos crecer. Tenemos que derivar a otras zonas, a otros meses y a otros tipos de turismo Precisamente ahora que tenemos mucho, tenemos la posibilidad de plantear hacia dónde queremos ir. Convertir esto en una oportunidad. Si no tenemos nada y hay que gastarse en publicidad y promoción, no haremos líneas estratégicas para cuestiones como mejorar el transporte. Ahora que tenemos cantidad es cuando podemos diversificar.
-¿Para que eso funcionara no deberían aflorar la enorme cantidad de apartamentos turísticos ilegales?
-Es que no funcionan en realidad al margen de la legalidad. Simplemente aplicas una normativa estatal que no te permite prestación de servicios ni promocionarte como alojamiento turístico vacacional. Pero al final lo que se hace es eso, desviarte. No te prohíben nada porque la leyes actuales, el derecho de propiedad , no te pueden limitar la cesión de uso de arrendamiento. Como en la práctica no te pueden limitar, simplemente derivamos al Estado una ganancia que podrías controlar desde la Comunidad Autónoma. Perdemos el control sobre el visitante que recibe Balears que a nuestro juicio sería conveniente que la administración balear recuperara.
-Los que alquilan en negro sí lo hacen de manera ilegal.
-Veamos, como ocurre en todas las profesiones, hay quienes trabajan en negro porque quieren. No hay ninguna excusa para hacerlo. Nosotros hemos hecho unas veinte jornadas en este curso y todas han incluido una charla de aspectos fiscales. No tenemos controlado cuántos hay en negro, pero insistimos y fomentamos cómo se tiene que declarar, qué ingresos hay que declarar, los conceptos que cualquier gestor o la misma cita previa de la Agencia Tributaria necesita para declarar un alquiler vacacional. APTUR puede dar los instrumentos, pero no puede hacer nada más. En todo caso, si alguien no declara estos ingresos, pagaría el 1,1 por ciento del valor catastral e incluso el 2 si no está revisado el valor del inmueble en el catastro. Si lo declara, es posible que incluso le salga más beneficioso fiscalmente, porque declarará ingresos menos una serie de gastos que son deducibles y se tributa sobre el beneficio.
-Los apartamentos turísticos se benefician al alojar turistas pero no pagan los impuestos que paga un hotelero.
-Pagamos impuestos distintos. Ellos pagan un impuesto de sociedades. Nosotros estamos exentos de IVA, pero pagamos un IVA soportado por la compra de la casa, materiales, reposición... Al final se contribuye igual. Con una declaración trimestral, es imposible que haya fraude.
