El fiscal Pedro Horrach enmendó ayer la plana al único perito que depuso ante el tribunal, un catedrático de la Universidad pública de Valencia que emitió un informe a instancias del publicista Miguel Zorío, socio de Urdangarin en esa región y que pasó de imputado a testigo.

Según el perito, y a diferencia de la Agencia Tributaria, no hubo nada extraño en unas facturas de 241.000 euros que Lobby Comunicación, la empresa de Zorío, giró a Nóos por trabajos para los nonatos Juegos Europeos. El catedrático sostuvo que la empresa de Zorío era una pujante agencia de comunicación en Valencia y que las facturas obedecían a los precios de mercado, más un porcentaje por los intangibles (el valor añadido) de Lobby. Horrach preguntó al perito si había leído los informes por los que Zorío cobró esa suma y que versaban sobre las reglas del fútbol. El fiscal también recordó un esquema donde se hablaba de triangulación de facturas entre Lobby y Nóos para reducir beneficios de ésta última.