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El juicio del caso Nóos

Pedraz devuelve a Castro la carta sobre la cita secreta con Miquel Roca

La Audiencia Nacional da carpetazo a la propuesta de investigación del juez mallorquín sobre el principal abogado de la Infanta

El juez José Castro. B.Ramon

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que investiga a Ausbanc y Manos Limpias por presuntas extorsiones, devolvió ayer al magistrado mallorquín José Castro la carta que éste le envió hace unos días sobre una petición de reunión secreta por parte de Miquel Roca, el principal abogado de la infanta CristinainfantaCristina. La Audiencia Nacional da así carpetazo a investigar dicha solicitud de encuentro clandestino y declina citar a Castro como testigo.

Esa petición de reunión tuvo lugar en diciembre del 2013 y en la antesala de la imputación de la Infanta por el caso Nóos, según informó telefónicamente Castro a Pedraz el pasado 22 de abril.

El juez central uno de la Audiencia Nacional contestó a Castro que se pondría en contacto con él tras consultar con el fiscal del caso, Daniel Campos. Pero pasaron las semanas y de Madrid no llegó ninguna noticia a Palma.

Castro decidió entonces plasmar los hechos en una carta de cinco folios y medio dirigida "a la atención personal" de Santiago Pedraz.

Cuando la existencia de la carta trascendió a la opinión pública, al ser notificada a las partes del caso Ausbanc-Manos Limpias, el fiscal Daniel Campos se apresuró a informar en contra de que Castro acudiera como testigo al juzgado central uno de la Audiencia Nacional. Campos alegó que la reunión reclamada por Roca nunca se llegó a producir, por lo que era aventurado sacar conclusiones de su hipotético contenido.

Castro no llevó a cabo ninguna actuación en su día sobre la oferta de Roca, de la que no vio indicios de trascendencia penal o para la investigación del caso Nóos. No obstante, no se olvidó de este asunto, que le ha rondado la cabeza desde entonces.

La inquietud del juez renació tras conocerse la posibilidad de que Miquel Roca hubiese podido tender una trampa a Manos Limpias: primero él ofrecía dinero para retirar la acusación contra doña Cristina y luego denunciaba una extorsión.

Castro teme que también hubieran querido prepararle a él una celada: "quizás pretendían situarme en un escenario en el que mi papel sería de muy difícil, por no decir imposible, justificación".

El juez presume que Roca buscaba comprometerle con aquella cita clandestina y fuera de los juzgados, para luego obtener un trato de favor hacia la Infanta.

El magistrado recalcó en su escrito que no quería salir en defensa del sindicato Manos Limpias ni de sus dirigentes ni de su abogada Virginia López Negrete, que deben responder de sus posibles delitos. Tampoco deseaba que se le vinculase con Podemos u otras de las acusaciones populares en la causa de Pedraz.

Miquel Roca negó de manera taxativa el haber pedido una reunión secreta a Castro para hablar de la Infanta.

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