El Tribunal Superior de Justicia de Balears ha confirmado el despido del jefe de mantenimiento de una instalación turística de Alcúdia, que fue denunciado por acosar sexualmente a dos compañeras de trabajo. Se da la circunstancia de que esta medida disciplinaria, ahora ratificada, se produjo pese a que el trabajador, que llevaba 25 años como jefe de mantenimiento, fue absuelto del delito por el que fue condenado. En la carta de despido se señala que este jefe aprovechó el momento en el que el personal finalizaba la jornada laboral para acercarse a una compañera. La mujer dijo que el trabajador la intimidó y acorraló contra la pared. Le comenzó a hacer tocamientos de "manera lasciva y humillante", hasta el extremo de que en una ocasión consiguió bajarle los pantalones del uniforme.

La empresa, al tener conocimiento de este incidente, ocurrido en junio de 2012, inició una investigación. Y así se averiguó, según señala la sentencia, que antes de esta fecha había actuado de una forma parecida con otra trabajadora del centro. Se trataba de una limpiadora, que contó que había sufrido varios episodios de acoso sexual. La mujer detalló que el jefe de mantenimiento la arrincó en varias ocasiones, la agarraba por los brazos y le tocaba los pechos. En ocasiones la obligaba a ella a que le hiciera tocamientos.

Las dos mujeres, impulsadas por la empresa, decidieron denunciar los hechos a la Guardia Civil de Alcúdia. Esta denuncia justificó el inicio de un procedimiento penal contra el jefe de mantenimiento, que le llevó al banquillo acusado de los delitos de acoso y agresión sexual. La sentencia declaraba probado que el acusado efectuó tocamientos sobre ambas mujeres y que lo hizo en las instalaciones donde estaban trabajando. Sin embargo, la juez determinó que no se había demostrado que las denunciantes no hubieran consentido estos tocamientos, por lo que el trabajador fue absuelto.

A pesar de esta sentencia absolutoria, otro tribunal ha confirmado la medida disciplinaria que aplicó la empresa contra este encargado. La Sala entiende que el comportamiento que tuvo el jefe de mantenimiento sobre estas dos empleadas, que además estaban bajo sus órdenes, no merece otra sanción que no sea el despido disciplinario, sin derecho a percibir dinero como indemnización.