Uno de cada cinco baleares se encuentra en riesgo de pobreza. Uno de cada tres tiene dificultades o muchas dificultades para llegar a final de mes. Casi cuatro de cada diez ni siquiera pueden permitirse irse de vacaciones al menos una semana al año. Dos de cada diez han tenido problemas para pagar las facturas relacionadas con la vivienda. Este es el panorama que ha dejado la crisis en las islas, según la Encuesta de Condiciones de Vida publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con un dato adicional: en solo seis años, la renta media anual por persona ha descendido en el archipiélago en casi 1.000 euros, al pasar de los 11.821 de 2009 a los 10.828 del pasado año, y ello a pesar de que durante los dos últimos ejercicios se está detectando una ligera mejoría.

El impacto que la crisis ha supuesto para Balears se refleja en la tasa de riesgo de pobreza, una situación que afecta al 21,7% de la población de las islas (el dato es de 2015 pero siempre se hace referencia a la situación del ejercicio anterior), un porcentaje que en 2008 y 2009 se situaba en un 18,1%. En cualquier caso, este nivel sitúa al archipiélago ligeramente mejor que la media nacional, de un 22,1%, pero muy lejos de las comunidades en las que este problema es menos intenso, como Navarra (9,6%), País Vasco (10,9%) y Cataluña (13,9%). Ciertamente, hay autonomías en las que esta situación es mucho más grave, como Andalucía (35,7%) o Murcia (31,8%).

Hay que reseñar que la tasa de pobreza registró una ligera mejoría en 2015 en el conjunto del país (bajó desde el 22,2% de 2014 al 22,1% de ese ejercicio), pero en Balears presenta un repunte, ya que en 2014 era del 17,9% y ha pasado al 21,7%, según el INE.

Esta situación de precariedad de muchos residentes en las islas se refleja igualmente en el hecho de que el 17,9% de ellos alega que tiene muchas dificultades para llegar a final de mes (un porcentaje que es del 16,6% si se mide en términos de hogares), y un 19,9% apunta que lo hace con dificultad, lo que suma una tasa del 37,8%, con un apreciable incremento respecto a 2014, cuando este porcentaje era del 32,2%.

Para valorar la importancia de este dato hay que tener en cuenta que en 2008 eran un 14,1% los que alegaban tener mucha dificultad y un porcentaje idéntico los que afirmaban hacerlo con dificultad, lo que sumaba un 28,2%.

La evolución de la renta media por persona en Balears explica este deterioro. En 2009 se situaba en 11.821 euros, y a partir de ahí inició una evolución descendente hasta alcanzar su punto más bajo en 2013, con 10.386 euros, e iniciar un ligero ascenso para llegar a los 10.828 de 2015, por encima de los 10.419 de la media española. En cualquier caso, hay una apreciable distancia en relación a las zonas con las rentas más altas, como País Vasco (13.836 euros) o Navarra (13.300), pero también con las más bajas, como Murcia (7.924) y Andalucía (7.942).

El resultado es que un 38,8% de las familias de las islas no pueden permitirse salir de vacaciones ni una semana al año, porcentaje que es 38,3% si se mide por personas. Además, un 40,2% de los baleares no puede afrontar gastos imprevistos y un 21,2% se retrasa en el pago de sus facturas.