La heroína, por su bajo precio, está resurgiendo con fuerza en Estados Unidos, país que suele marcar las tendencias mundiales en lo que a consumo de drogas se refiere. Por eso, varios representantes de asociaciones de ayuda contra las adicciones norteamericanas pertenecientes a la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas (WFTC, por sus siglas en inglés) lanzaron ayer un mensaje de advertencia: "Creemos que este problema llegará tarde o temprano a Europa".

Esta declaración procede de Sushuma D. Taylor, vicepresidenta de la WFTC, que declara con firmeza que "la heroína es el gran problema hoy en día de Norteamérica. En la costa Oeste de Estados Unidos seguimos teniendo un gran consumo de metanfetamina, pero en la costa Este se ha impuesto la heroína, que ya está llegando a California".

Este resurgimiento tiene una explicación, aclara Sushuma Taylor, el mal uso de los medicamentos. "Se empieza consumiendo fármacos con derivados de la codeína para enfermedades que cursan con dolor. El problema surge cuando se quedan sin estos medicamentos. Entonces acuden a la calle y compran heroína, que es mucho más barata. Esta circunstancia está causando graves problemas en las clases medias, donde tiene más incidencia", alerta la vicepresidenta de la WFTC.

Michael Harle, tesorero de esta Federación que además gestiona una comunidad terapéutica en Nueva York en la que ayudan a unas 25.000 personas cada año, quinientas de ellas menores de más de diez años, corrobora esta percepción al asegurar que el problema con la heroína se ha cuadriplicado en los últimos 5 años.

El mismo precio que hace 30 años

"El 60% de nuestros usuarios tiene problemas con la heroína, que se encuentra muy barata en las calles. Una dosis con un noventa por ciento de pureza se puede adquirir por cinco dólares, lo que cuesta un paquete de tabaco. Hace treinta años esta misma dosis costaba los mismos 5 dólares, lo que ocurre es que antes tan solo tenía un 5% de pureza. Y el problema es que para un estudiante esta cantidad no es dinero", advierte Harle.

La problemática que está causando esta droga es tal que incluso Harle ya diferencia sin titubear los perfiles de los consumidores: los hombres la consumen de una manera más temprana, entre los dieciocho y los veinticuatro años, mientras que entre las mujeres la franja de edad en la que el consumo repunta se encuentra entre los treinta y los cincuenta.

El proceso de adicción a esta droga siempre suele ser el mismo: Se empieza fumando, se prosigue esnifándola y se acaba inyectándola. "Creo que esto os llegará muy pronto porque se trata de una droga más barata y más potente", corrobora Harle el pronóstico de su colega de la costa oeste.

Sobre los países de procedencia de la heroína, Sushuma señaló a Afganistán, Birmania, Colombia, que ha adecuado su producción y ha reducido los cultivos de cocaína en pro de los de amapola, y México.

Tomeu Català, presidente de Projecte Home Balears, admite que, aunque con magnitudes diferentes, el consumo de heroína sigue existiendo en Balears, "aunque no de la manera en la que se producía hace treinta años, con un yonqui puro y duro al que veías venir a treinta metros de distancia".

"Desarrollamos programas de ayuda para politoxicómanos y el consumo de heroína sigue presente, aunque ahora de una manera más normalizada, más anónima. Normalmente el uso de esta droga se esconde detrás del de la cocaína, motivo principal por el que los adictos confiesan que acuden a nuestras sesiones de rehabilitación", admite el responsable de Projecte Home.

Preguntados estos especialistas sobre si están preocupados por alguna droga emergente, Català asegura que el observatorio europeo de drogas detecta cada año la presencia de entre 70 y 75 nuevas drogas en el mercado. Y es que, apunta Michael Harle, el problema radica en la forma en la que sociedad acoge las drogas. El 80% de sus 25.000 usuarios son adictos a varias drogas, revela.

La reinserción, vital

Ronald Williams, representante de la WFTC ante las Naciones Unidas, tras recordar que no solo hay que educar al adicto sino también a la comunidad a la que este regresa tras ser rehabilitado, pidió a la sociedad que contribuya a eliminar el estigma del exdrogadicto, que colabore en su rehabilitación y en su reinserción laboral como mejor medida para evitar problemas mayores como robos y otros tipo de delincuencia.

Sobre el repunte del consumo de heroína en Estados Unidos, Williams lo confirma y revela que muchas de estas adicciones no comienzan en la calle, sino en los botiquines de las propias casas. Mientras, su colega italiano Paolo Merello, representante de la Federación Italiana de estas asociaciones, confirma que en este país también han detectado en los últimos años un aumento del consumo de esta droga siguiendo la misma dinámica: se empieza fumándola y se acaba inyectándola.

No obstante, Merello se sale un poco del guión para abordar otra problemática adicción que, asegura, campa a sus anchas por el país transalpino: el juego. Una ludopatía incentivada además por la proliferación de juegos de azar con la colaboración estatal.

Para acabar, Tomeu Català habla de dos realidades en el mundo de la droga, la de la oferta y la de la demanda. La primera, dice, hace lo que sea por ganar dinero. La segunda se basa "en la extendida cultura de no afrontar el más mínimo dolor y en escabullirse ante cualquier problema. Y con nuestros programas ayudamos a la gente a recuperar su dignidad y les enseñamos que vale la pena aprender a ser libres".