-¿Ha llegado ya a la fase de 'contra Bauzá vivíamos mejor'?"
-Ja, ja, ja. No. Ha sido un año intenso, de muchas decisiones valientes y de cambio en el fondo y en la forma de hacer política. Veníamos de cuatro años de una política dura de recortes, contra los derechos, de prepotencia e imposición. Ha sido un año de cambio radical respecto a lo que supuso el Govern del PP. Nunca consiste en eso de que contra el PP se vive mejor, sino que transformando la realidad social de cada día es cuando la gente vive mejor.
-Dice que su Govern ha supuesto un cambio radical. Precisamente Rajoy lo ha puesto como ejemplo de gobiernos "extremistas y populistas".
-Las declaraciones del presidente del Gobierno de España son lamentables. Viene a Balears a un acto del PP dos días sin tener ninguna intención de hablar con el Govern que intenta arreglar muchos de los problemas que ha creado él a los ciudadanos de esta Comunidad. Es lamentable que su actuación sea venir y despotricar de nuevo contra las comunidades en la que gobierna un partido que no es el suyo. Hemos demostrado que somos un Govern estable, que cumple con lo que prometió y que aprobó los presupuestos en tiempo y forma. El que ha creado inestabilidad, ha sido incapaz de cumplir con los compromisos y ha mentido en los presupuestos a los ciudadanos y a Bruselas ha sido él.
-¿Se ha hecho ya a la idea de una posible Gran Coalición en Madrid tras el 26-J?
-No. En absoluto.
-¿Ni siquiera con Pedro Sánchez afirmando que tenderá la mano a derecha e izquierda?
-El 20 de diciembre quedó un escenario complicado y Sánchez intentó un pacto mirando a derecha e izquierda, a Ciudadanos y a Podemos. Ahora vamos a otras elecciones en las que espero que los ciudadanos voten claramente una alternativa de izquierdas para el Gobierno de España.
-¿Realmente confía en que su partido vaya a apostar por un Gobierno de izquierdas a la hora de pactar?
-Soy de izquierdas y deseo un Gobierno de izquierdas en España presidido por Sánchez, que es de izquierdas. En democracia te debes a lo que votan los ciudadanos y el 20 de diciembre no había mayoría clara de izquierdas ni de derechas. El que intentó un Gobierno estable y de cambio fue Sánchez. No ha sido posible por mil causas y ahora hay otras elecciones, para las que trabajaré con el fin de que el PSOE saque el mejor resultado posible y pueda liderar el cambio que necesita España.
-Al final puede que usted tenga que negociar la financiación autonómica con Ciudadanos y no con Podemos.
-Creo que el PSOE es el que más entiende España, así que me veo bien negociando eso con un Gobierno presidido por el PSOE. El planteamiento a nivel estatal de Podemos sobre la concepción de España y de la financiación autonómica me parece mucho más semejante a lo que planteamos desde Balears. Ciudadanos son mucho más tímidos en la defensa de lo que necesitan las islas. Creo que es más interesante para esta Comunidad la postura de Podemos. Veo más cerca un posible Gobierno de izquierdas en España que uno con un pacto con Ciudadanos.
-En Balears Podemos ya superó al PSOE. Ahora se ha unido con su otro socio de legislatura, Més, para estas elecciones. ¿Se ve aislada en el Consolat?
-No. A veces las uniones no suman ni multiplican. Estos diez meses de Govern cada uno ha podido demostrar lo que ha hecho por esta Comunidad. Yo estoy orgullosa de lo que ha podido demostrar y del rigor que ha mostrado el PSOE. Mi Govern funciona bien. Ahora vamos a unas elecciones para las que cada uno presentará sus propuestas y también explicará el por qué vamos a otras elecciones. Ahí el PSOE creo que va fuerte.
-Le insisto. ¿No teme quedar debilitada con sus dos compañeros de legislatura aliados para competir contra el PSOE balear ante el 26J?
-La situación es compleja. España está en un momento difícil y el PSOE también. Partiendo de ahí, la gente es mucho más inteligente de lo que muchas veces piensan algunos políticos. Ahora son unas elecciones generales, no la aprobación o suspenso del Govern. En estos meses no he visto entre Més y PSOE prácticamente ninguna diferencia en el posicionamiento político en Balears. Con Podemos ha habido alguna discrepancia, lógico al no estar en el Govern. Ahora se han unido Podemos y Més y cada uno explicará sus alianzas, pero no me siento aislada ni rara, me siento muy coherente.
-¿Qué partido se llevará el rédito en las urnas de las políticas que supongan un logro del Govern del Pacto?
-Los ciudadanos.
-Esa contestación no responde a mi pregunta.
-Es que es lo que creo. Nos equivocamos cualquiera de los partidos si pensamos que es el momento de capitalizar electoralmente el Govern. Evidentemente, el que podría hacerlo con hechos somos los que gobernamos. Podemos hace posible el Govern, pero los que ejecutan somos el PSOE y Més. Y quien preside ese Govern soy yo. Pero el 26J no son unas elecciones autonómicas, son estatales.
-El PP balear la acusa de gobernar mintiendo.
-El PP balear está en una situación caótica. Tiene un evidente problema de autodestrucción, no tiene un planteamiento político de oposición seria ni una alternativa a este Govern. No han sido capaces de elegir a un candidato al Congreso y lo han debido poner desde Madrid. Prohens (portavoz parlamentaria del PP) hace una oposición barriobajera, de tópicos. Pero sus acusaciones no tienen nada que ver con la realidad, aunque no se a qué se refiere exactamente.
-Por ejemplo a que, según los populares, su Govern sí está haciendo recortes.
-Son falacias. ¿Recortes? Venimos de una época... En la pasada legislatura salimos 100.000 personas a la calle por las políticas de Educación, por ejemplo. Hemos normalizado la situación. Claro que aún no estamos en el escenario que queremos, porque nos falta la financiación estatal necesaria. Pero no hay recortes, al contrario. Y hemos conseguido del Gobierno inversiones multiplicadas al infinito en comparación con lo que logró Bauzá. No me conformo y lucharé en Madrid gobierne quien gobierne, pero quien no da a Balears lo que le toca es el PP nacional.
-Tampoco el trato de los Gobiernos socialistas a Balears ha sido el óptimo.
-No ha sido todo lo que merecíamos, es cierto, pero si comparamos las legislaturas de gobiernos socialistas con las del PP en España hay una diferencia abismal. Tenemos un problema histórico, por eso hemos hecho un acuerdo histórico de todos los partidos, instituciones, agentes sociales y económicos para defender conjuntamente un REB. Además estamos alcanzando acuerdos con Comunidades perjudicadas por el actual sistema de financiación.
-¿Un acuerdo con Puigdemont, que dice claramente que su objetivo es la independencia de Cataluña, no le puede salir mal?
-No es solo con Valencia y Cataluña. La pasada semana la consellera de Hacienda estuvo en Canarias. Balears es una Comunidad pequeña y tenemos que ser capaces de entendernos con otras para buscar posiciones comunes en donde se deciden las cosas. El Gobierno catalán y el presidente Puigdemont tienen un planteamiento de independencia que no comparto, pero siguen en España y tendrán una posición en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con un planteamiento técnico y político. Nos juntamos con el planteamiento técnico.
-En el PSOE al final no le ha quedado más remedio que regenerar la candidatura, para lo cual ha digitado a su hombre de confianza como sustituto de Ramón Socías para el Congreso.
-En mi partido no se digita, se elige. Se eligió a Pere Joan Pons por unanimidad del Consell Polític. Son unas nuevas elecciones que planteamos con otros carteles por la generosidad de Ramón Socías, que dio un paso al lado. Pons es inteligente y si hay algo que destaco en el es la fidelidad a esta tierra.
-Quédese con sólo una medida de las que se sienta más orgullosa en este año de Govern
-Lo que más me preocupa son las personas que peor lo pasan en Balears. Uno de cada tres niños están en riesgo de exclusión social o de pobreza. Si tuviera que quedarme con una sola de las medidas de mi Govern, sería con la renta social, para la que hemos puesto 20 millones de euros para este año. Es la primera Comunidad que adopta esta iniciativa.
-¿Hay alguna decisión del Govern de la que se arrepienta?
-No. Seguimos la hoja de ruta marcada. Evidentemente siempre se puede y se debe hacer mejor.
-El Pacto hasta ahora no ha sido una balsa de aceite en las relaciones entre los partidos del Govern y Podemos, aunque la crisis del Ejecutivo sin llegar cumplir un año estalló por Més
-La crisis no estalló por problemas en el Pacto, sino por una situación de Camps con su equipo. Con Podemos sí ha habido tensiones, que relativizo porque no está en el Govern y es más fácil la crítica que el comprometerse con arreglar los problemas de la gente.
-Su Govern incumple el plazo de pago a los proveedores.
-Al principio de legislatura subió, pero ahora estamos a 58 días, el mismo tiempo del Govern de Bauzá si lo comparamos mes a mes. El rigor de la conselleria de Hacienda ha sido enorme. Incluso la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha hecho buenos informes, lo que no pasaba con Bauzá. Gobernamos desde el rigor, aunque no creo que la obsesión de un Govern daba ser la cifra del déficit, que es la imposición conservadora de la UE que el Gobierno de España asume y nos obliga a las Comunidades. Creo que hay que estabilizar las cuentas públicas, pero con los tiempos que no supongan una asfixia a los ciudadanos de Balears.
-¿Quedará como la presidenta que impulsó una facultad de medicina low cost o al final tendrá que haber recortes en Educación para financiarla?
-Hemos predicado el cambio de modelo económico y la apuesta por la innovación, la investigación, la educación... Ampliar estudios universitarios siempre debería ser una buena noticia. Cuando la facultad esté en funcionamiento al completo costará 4 millones anuales. Habrá que priorizar, lo que no significa recortar. Las autopistas de Eivissa nos cuestan 25 millones al año, el metro de Palma más de 20 millones y el Palma Arena, otros tantos. Me parece un mal planteamiento que lo que no podamos pagar sea lo que necesitamos y que lo que no necesitamos lo estemos pagando.
-Para su segundo año como presidenta, ¿cuál es su reto?
-La devolución de derechos será una tónica de toda la legislatura. También el cambio en la política laboral, a favor del empleo. Ahora se trata de que seamos capaces de redistribuir mejor el crecimiento económico de Balears. Ha llegado el momento de que los empresarios suban los salarios. Y sobre todo, este es el año para conseguir el REB y un nuevo sistema de financiación autonómica. Lo que queda de 2016 y principios de 2017 será el año de cerrar estos acuerdos vitales para Balears.
