El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, se reunió ayer en el Consolat de Mar con la presidenta del Govern, Francina Armengol. El primer objetivo era formalizar la entrada de Balears en el Institut Ramon Llull. No obstante, Puigdemont se ofreció a colaborar con las islas y Valencia para conseguir una mejora de la financiación. Eso sí, dejó claro que ellos no piensan liderar la ofensiva contra Madrid porque "nosotros nos emancipamos de la política española el 27 de septiembre y estamos en el proceso de preestado independiente".

En cualquier caso, los vínculos históricos, culturales y lingüísticos entre ambas comunidades hará posible que Cataluña ponga a disposición de las islas y de Valencia su infraestructura. Ambos ejecutivos acordaron formar un "frente técnico común" que será coordinado por el catedrático en economía menorquín y consejero del Banco de España, Guillem López Casasnovas.

"Políticamente -aseveró Puigdemont- no nos corresponde liderar la ofensiva para mejorar la financiación autonómica. Ya lo hicimos en el pasado y no fue bien. Para nosotros el mejor sistema de financiación de futuro se llama Estado independiente y en estos momentos estamos en la postautonomía y en el preestado independiente". Sin embargo, el presidente catalán habló de la "mano tendida" a Balears para ayudarles a minimizar los agravios de España en materia de financiación autonómica: "Esperar una justicia equitativa, como la contemplaba el pacto fiscal del año 2012, ya sabemos que no es posible, pero al menos que sea mucho menos injusto que ahora. En este sentido, sí podemos hablar de un frente técnico para corregir esta situación". La presidenta Armengol quiso desmarcarse del proceso soberanista catalán tras las palabras de Puigdemont. Por ello le lanzó un guiño a meditar su postura. "Defendería hasta la saciedad -le espetó Armengol- que Cataluña se quedase en una España en la que se sintiese cómoda. En un Estado español que, en vez de centrarse en las diferencias, prefiera centrarse en lo que va en beneficio de los ciudadanos". La presidenta balear recordó que las islas y Cataluña comparten agravios históricos del Gobierno. Añadió que Balears "incluso los sufre de mayor calado al ser un archipiélago y vivir en unas islas es mucho más caro que hacerlo en la península".

Carles Puigdemont asintió mientras Armengol relataba la mala financiación por parte del Estado a ambas comunidades: "Compartimos con Cataluña una situación de infrafinanciación histórica desde el Gobierno de España y el hecho de ser maltratados de forma estrambótica una y otra vez. Esta alianza estratégica nos tiene que servir para romper el status quo actual y conseguir un nuevo modelo de financiación autonómica que obedezca al principio de ordinalidad". La presidenta isleña defendió que no puede ser que, quienes más aportan al Estado, sean los más perjudicados.

El presidente catalán también se refirió a las relaciones con Balears en el caso de que Cataluña consiga la independencia. "Nosotros pretendemos tener las mejores relaciones con nuestros vecinos, y en especial con Balears que nos une una cultura y una lengua. Pero también con el resto de España queremos unas relaciones fluidas", aseveró Carles Puigdemont.