Lo que inicialmente se perfilaba como un verano sin conflictividad laboral en el sector turístico se puede terminar complicando, al menos para los más de 30 hoteles de las islas que durante los últimos meses han realizado obras para elevar su categoría desde las tres a las cuatro estrellas y, pese a incrementar sus precios en consecuencia, no están aplicando la correspondiente subida salarial a sus plantillas que contempla el convenio del sector, según la denuncia formulada ayer por CCOO.

El secretario general de la federación de Servicios de este sindicato, Ginés Díez, califica de vergonzoso que en un año en el que se prevé un récord en los beneficios de las empresas hoteleras, se escatime el sueldo de sus trabajadores, y anuncia movilizaciones ante los establecimientos en los que se registran los casos que se denuncian, además de presentan las correspondientes reclamaciones ante la conselleria de Turismo y la Inspección de Trabajo.

Según señala Ginés Díez, más de una treintena de hoteles de las islas, especialmente en la Platja de Palma y en Calvià, han realizado reformas para elevar su categoría desde las tres y las cuatro estrellas. La normativa autonómica permite que a la espera de que este aumento quede definitivamente consolidado tras la correspondiente inspección de Turismo, estos hoteles presenten una declaración responsable en la que garantizan que cumplen los requisitos para llegar a las cuatro estrellas y se puedan comercializar inmediatamente como tales, con la correspondiente mejoría en sus precios.

Asimismo, el convenio que regula este sector en las islas contempla también salarios más altos para los trabajadores de los establecimientos de cuatro y cinco estrellas que para los de dos y tres.

Pero según denuncia CCOO, los hoteles que han elevado esa categoría alegan que ésta no está todavía consolidada a la espera de la inspección definitiva de Turismo, por lo que se niegan a abonar el aumento de las retribuciones antes señalado. Es decir, cobran a sus clientes precios de cuatro estrellas pero pagan a sus trabajadores salarios de tres estrellas. Con el agravante de que algunos de estos hoteles llevan más de un año esperando la citada consolidación de la nueva categoría por la falta de personal de la Conselleria, según apunta Ginés Díez, lo que deja a sus plantillas en esa especie de "limbo" en sus retribuciones durante todo este proceso.

El responsable sindical afirma que la negativa de las empresas hoteleras a subir los sueldos hasta tener las cuatro estrellas consolidadas, pese a que ya se comercializan con esa categoría, no deja otra solución que reclamar reuniones con los responsables de las conselleries de Trabajo y de Turismo, Iago Negueruela y Biel Barceló respectivamente, para que actúen contra estas prácticas.

Pero además, el representante de CCOO advierte que a partir del próximo mes, con la temporada turística ya en su punto álgido, el sindicato va a convocar manifestaciones de protesta a las puertas de los más de 30 establecimientos en los que se registran estas situaciones.

Cúmulo de denuncias

Según Ginés Díez, los hoteleros han sobrepasado cualquier límite de la capacidad de aguante de sus trabajadores, ya que además del citado problema en los establecimientos que han pasado de las tres a las cuatro estrellas, se siguen registrando situaciones insistentemente denunciadas, como el diseñar unas plantillas insuficientes para hacer frente al incremento de clientes que están registrando, lo que obliga a afrontar sobrecargas de trabajo inaceptables para colectivos como las camareras de piso, al tiempo que se hace renunciar a estos empleados a uno de sus dos días libres semanales.

En este aspecto, hay que recordar que tanto CCOO como UGT han señalado que si se respetaran las jornadas y días libres de las plantillas de los hoteles, se generarían durante el verano de 15.000 a 20.000 empleos más, lo que podría suponer reducir en un tercio el desempleo que se registra en julio o agosto en el archipiélago.

Hay que recordar que a principios de este mes UGT denunció también los "abusos laborales generalizados" que se están detectando ya en buena parte de las empresas relacionadas con la actividad turística, como la hotelería, la restauración, el transporte discrecional o en el aeropuerto.