La asociación Sin Acoso Escolar Mallorca nace gracias al esfuerzo de Concepción Lorente, madre de una joven que fue víctima de bullying. Y en la presentación de la asociación, ayer en el Club DIARIO de MALLORCA, varios miembros del público tomaron el micrófono para intervenir y decir: "Mi hijo sufre acoso escolar".

"Hace tres años que lo denunciamos y aún no hemos logrado hablar con el director", denunció una pareja. "Mi hija está muy grave, necesita atención psicológica y hemos pedido un cambio de centro", narró una madre. "Mi hijo lo sufrió desde los cinco hasta los doce años", apuntó un padre: "Lo expliqué en el colegio y me dijeron que en casa éramos demasiado protectores", añadió mientras varias cabezas del auditorio asentían: le entendían porque a ellos les dijeron lo mismo.

Alejandro Macià, representante de Sin Acoso Escolar Mallorca, moderó el acto en el que los ponentes aportaron sus diferentes perspectivas: Miguel López dio la visión jurídica; Fernando Rivera aportó el foco desde la psicología; Marta Escoda, directora del Institut per la Convivència i l'Èxit Escolar (Convivèxit), explicó un nuevo protocolo de actuación; mientras que Joan Marc Tur, director de la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor, hizo una reflexión global, apostó por la reeducación y recordó que los agresores también pueden estar siendo víctimas de violencia.

López recordó que desde 2004 en España se han quitado la vida 70 menores víctimas de bullying. Hizo especial hincapié en los centros y profesores que no denuncian ni actúan cuando detectan este problema,un ocultamiento que él aseguró haber notado en mayor medida en los centros concertados. Señaló sin embargo que las sanciones a docentes y directores por la omisión de socorro a un menor que sufre maltrato -un deber que, como recordó Marc Tur, todos los adultos tenemos- no suele sancionarse a nivel jurídico porque hay un solapamiento de normas. Apuntó que aunque todos los ciudadanos somos responsables a nivel penal, a nivel civil a los docentes de la red pública no se les puede sancionar, algo que consideró "discriminatorio".

Romper con ese ocultamiento y aumentar la sensibilidad es uno de los retos del nuevo protocolo contra el acoso escolar que presentó Escoda, quien recordó que ya han formado a 200 profesores y que pronto se formarán otros 200. Explicó el concepto del "círculo de la violencia" de Dan Olweus, que describe los distintos roles en torno a la víctimas: el agresor, sus seguidores, los espectadores falsamente neutrales -grupo en el que el padre de una víctima incluyó a los centros- , el posible defensor, y el defensor. El objetivo del protocolo es cambiar estos roles, que desaparezca el agresor y que los espectadores se conviertan en defensores. Escoda razonó que este círculo no es solo cosa de niños: "Ellos hacen lo que ven que hacemos los adultos".

En línea similar se expresó el psicólogo Rivera al definir el acoso escolar como "el reflejo de un modelo de educación social basado en la violencia". Mencionó el mal ejemde varios programas de televisión y describió algunos síntomas de las víctimas, como cuadros ansiosos y depresivos, irritabilidad, alopecia, o el "síndrome del domingo por la tarde" (cuando la angustia se apodera de los menores ante la inminencia del comienzo de las clases). La esperanza es que el acoso es una "conducta aprendida" y que por tanto "puede ser modificada".

Conferencia: Acoso escolar

Presentación de la asociación Sin Acoso Escolar Mallorca. Miércoles, 18 de Mayo de 216, 19:00 horas. Club Diario de Mallorca. Puerto Rico, 15. Entrada libre