La denuncia que el exconseller de Deportes en el Govern de Antich Mateu Cañellas interpuso hace casi un año sobre un presunto complot para incriminarle con pruebas falsas en casos de corrupción, y que todavía está en fase de investigación por el juez Castro, ha sido clave para exculpar totalmente a este exdirigente de UM. En apenas once meses los fiscales anticorrupción han retirado las peticiones de condena y las imputaciones para Cañellas, que ha tardado seis años en demostrar su inocencia.
El que fuera director insular de Proyectos del Consell de Mallorca hasta 2007 y conseller de Deportes entre 2007 y 2010 empezó a ser investigado por la Policía y los juzgados cuando estallaron las principales causas de corrupción contra UM, en 2010.
El exatleta nunca llegó a aparecer como uno de los máximos dirigentes de la trama de corrupción liderada por Maria Antònia Munar, Miquel Nadal y otros, pero pronto se sospechó que podía haberse dedicado a enchufar en administraciones públicas y empresas afines a liberados del partido.
Cañellas, defendido por Antonio Martínez, llegó a estar encausado en varios sumarios: Picnic, Maquillaje y al menos dos piezas de Voltor.
Casi 14 años de cárcel
El expolítico siempre mantuvo su inocencia y se declaró ajeno a las tramas de desvíos de fondos públicos y trasiego de sobornos de algunos de sus excompañeros de UM, que han acabado en prisión.
La fiscalía anticorrupción ha pasado, en once meses, de reclamar para él una condena de casi 14 años de cárcel por dos piezas diferentes de Voltor a retirar todas las acusaciones y no oponerse al archivo de otras causas que no estaban calificadas.
La denuncia de Cañellas fue interpuesta en junio del año pasado, tras un largo análisis y estudio por parte del exconseller y su abogado sobre los sumarios abiertos contra él.
Los hechos denunciados empezaban cuando UM gobernaba en el Consell de Mallorca (2003 a 2007), Mateo Cañellas era director insular de Proyectos y Miquel Nadal vicepresidente del Consell. La segunda etapa coincidía con el Pacto del Progreso, cuando el exatleta fue conseller de Deportes y Miquel Nadal conseller de Turismo.
La tercera fase fue cuando la ofensiva judicial y de la fiscalía anticorrupción contra UM acorrala al desaparecido partido y surgen, como setas, los arrepentidos en su seno.
Palma Arena y Turisme Jove
Cañellas afirmó que en UM nunca le perdonaron su colaboración con la fiscalía anticorrupción en su calidad de conseller para airear las tramas en torno al velódromo público Palma Arena y los desvíos de fondos en Turisme Jove.
El exconseller también aludió a la enemistad manifiesta contra él que existía en algunas familias de UM, especialmente la liderada por Miquel Nadal.
A Eugenia Cañellas, arrepentida y exsecretaria general técnica de Nadal en el Consell, se le imputó el querer salvarse a sí misma de los múltiples cargos por ser la "jefa de personal" de UM (responsable de decenas de contrataciones irregularidades de enchufados de ese partido en el Consell o en empresas amigas del partido) mintiendo sobre la responsabilidad de Mateu Cañellas.
El exconseller también denunció a un exagente del Grupo de Delitos Económicos, amigo íntimo de Nadal y exnovio de la hija de Eugenia Cañellas, cuando ésta estaba siendo investigada por anticorrupción y decidió colaborar con la Justicia. El denunciante también fue pareja de la hija de la arrepentida.
Contaminar sumarios
El agente se habría dedicado a "contaminar" los atestados que Delitos Económicos remitía a varios juzgados de Palma, exculpar a su "suegra" Eugenia Cañellas y orientar las sospechas hacia Mateo Cañellas, según la denuncia.
Cristina Cerdó, una exdirigente de UM muy próxima a Miquel Nadal y exedil de Cort, habría conspirado en 2009 para arruinar políticamente a Cañellas, al que se le acusaba de ser un verso suelto en UM.
El exconseller afirmó que los tres denunciados habían podido incurrir en un rosario de delitos: coacciones, amenazas, inducción al falso testimonio, alteración de pruebas, estafa procesal, negociaciones prohibidas y otros.
Como principal prueba aportó una grabación de una conversación suya y de Eugenia Cañellas el 19 de marzo del 2010. En esta charla Eugenia Cañellas admitió que Nadal le había presionado para incriminar a Mateu Cañellas y salvarse así ellos de los casos de corrupción.
Cañellas también aportó una testigo del supuesto complot: una veterana exmilitante de UM. Esta mujer explicó al juez Pedro Barceló que dirigentes de UM le ofrecieron dinero si les ayudaba a anular políticamente a Mateu Cañellas en la sección de Unió Mallorquina de Palma.
El juez Castro investiga la denuncia de Mateu Cañellas y tiene pendiente la toma de declaración de los tres denunciados. El exconseller ha podido demostrar su inocencia antes.
