El tiburón avistado hoy cerca de Cala Falcó ha sido finalmente sacrificaco debido a su estado de salud. El animal, que había sido capturado a 50 metros de la costa, estaba muy enfermo: no se podía sumergir y daba vueltas en una zona peligrosa para los bañistas.

Tras sacrificar al tiburón, los técnicos de Palma Aquarium han realizado la necropsia al animal y la exploración ha confirmado que tenía el estómago vacío y distendido, señal de que no comía desde hacía mucho tiempo. También estaba anémico y tenía afectados los riñones, el hígado y el bazo.

En vista de que no se daban las condiciones para recuperarlo y liberarlo, se ha preferido darle una muerte digna que abandonarlo a su suerte para que fuese presa de otros depredadores. Se sospecha que la causa de su mal estado de salud era una intoxicación por metales pesados.

El escualo que esta semana entró en la base naval de Portopí había sido avistado hoy cerca de Cala Falcó, donde los bañistas habían dado la voz de alarma.

La Guardia Civil del Mar se ha dirigido al lugar y, junto a técnicos del Palma Aquarium, lo han sedado y trasladado a las instalaciones del acuario. Durante la operación, ha mordido una zodiac de la Benemérita.

La tintorera, que apareció el pasado miércoles en la base naval de Portopí, regresó el jueves a la zona y tuvo que ser sacada por efectivos de la Guardia Civil, que procedieron a lazarla y remolcarla con una zodiac.