La acusación particular en nombre del Govern pide al juez José Castro que mantenga imputado a Juan Miguel Villar Mir, el máximo accionista de OHL, la empresa para la que, presuntamente, Jaume Matas ordenó en 2006 amañar el concurso del hospital público de referencia de Son Espases, aunque finalmente no ganara esa licitación.
Villar Mir presentó hace unas semanas un escrito a Castro pidiendo que el caso Son Espases sea sobreseído para él porque los hechos no son constitutivos de delito y no hay pruebas incriminatorias en su contra.
El juez dio traslado a las partes para que se pronunciasen sobre la solicitud del empresario antes de tomar una decisión. Al menos otro imputado ha apoyado la exculpación del máximo accionista del grupo Villar Mir, mientras que la acusación particular en nombre del Govern se ha opuesto al archivo.
Según Villar Mir, la querella de la fiscalía anticorrupción por el caso Son Espases nació de una "delación" de Aina Castillo, que facilitó informaciones al ministerio público.
"No parece que nadie tenga ninguna duda de que la declaración de la señora Castillo (en fiscalía) fue a cambio de algo y que ese algo era obtener un trato de favorable en otro procedimiento", argumenta Jaime Alonso Gallo, letrado del exministro. Castillo, antes de ser encausada en Son Espases, estaba imputada en el sumario de Over, una presunta trama de desvío de fondos públicos vertebrada en torno a la agencia de publicidad madrileña del mismo nombre y afín al PP.
Villar Mir también sostiene que ningún otro imputado o testigo ha corroborado la versión de Castillo respecto a las supuestas órdenes de Matas de amañar la licitación en su favor, las instrucciones dadas por escrito, o el posterior malestar del PP nacional por quitarle el concurso en favor de Florentino Pérez (Dragados).
No obstante, el abogado analiza la hipótesis de que el entonces president del Govern ordenara a Castillo adjudicar la mayor obra pública de Balears a OHL y que incluso le facilitara un sobre con instrucciones, pero concluye que no habría nada delictivo.
"Jaume Matas pudo perfectamente tener otros fines; puede que quisiera conseguir el mejor hospital posible para Mallorca (¿por qué hay que pensar que todo lo que hacía el señor Matas estaba determinado por un fin espurio?)", afirma el escrito de la defensa.
La constructora apostilla que aunque Matas hubiese ordenado que se le adjudicase el concurso, ella no tendría nada que ver con esa decisión. El empresario sostiene que su plica era la mejor de las presentadas al concurso, especialmente en el apartado técnico y critica a Dragados por hacer una oferta económica a la baja de manera temeraria.
Castro investiga también, bajo secreto, si OHL sufragó en negro parte de las obras de la sede nacional del PP en Madrid.
