-Balears lleva mucho tiempo reivindicando mejores comunicaciones aéreas durante el invierno ¿Ryanair va a reforzar su servicio con Mallorca durante la próxima temporada baja?
-Vamos a ofrecer cinco nuevas rutas respecto al invierno pasado. Habrá cinco vuelos semanales con Hamburgo, tres con Manchester, y dos semanales en el caso de Dusseldorf, Eindhoven y Edimburgo. Además, reforzamos otras rutas, con un vuelo diario con Berlín, cinco semanales con Colonia y tres semanales con Frankfurt Hahn. Y mantendremos nuestros tres vuelos diarios con Barcelona, tres con Madrid y uno con Londrés, por citar algunos ejemplos, lo que supone reforzar no solo nuestra red de ocio, sino también la de negocio. Eso implica ofertar 18 rutas desde Palma en temporada baja, incluidas Santiago, Málaga y Sevilla, con 100 vuelos semanales, lo que implica un crecimiento del 22% respecto al año anterior. A lo largo del próximo ejercicio esperamos alcanzar los tres millones y medio de pasajeros en Son Sant Joan, lo que equivale a impulsar la creación de 2.600 empleos en la isla.
-¿Cómo se encuentra su actividad para este verano?
-Seguimos creciendo. Para esta temporada alta tenemos en la isla 45 rutas, con dos nuevos destinos, Berlín y Hamburgo. Nuestra compañía se encuentra en fase de expansión porque seguimos recibiendo nuevos aviones de un pedido importante que se firmó hace dos años, con una media de un nuevo aparato por semana. También hemos cambiado la atención al cliente, con una respuesta muy positiva. El primer cambio que se pudo notar es la posibilidad de tener un segundo bulto a bordo, pero también las mejoras que hicimos en nuestra página web, que antes era muy complicada. Y siempre ofreciendo las tarifas más económicas de Europa y una puntualidad que supera el 90%. Tenemos una tasa de ocupación muy alta porque el cliente repite. Por eso en Palma seguimos creciendo, tanto en invierno como en verano
-El hueco que ha dejado Air Berlín lo están ocupando otras aerolíneas y Mallorca está viviendo un momento dulce de elevada demanda ¿Qué margen hay para seguir creciendo?
-Palma está de moda, aunque es cierto que su actividad turística sigue registrando una elevada estacionalidad, ya que el 80% del trafico llega en verano. Hace unos meses hicimos una propuesta al Govern balear para poder incrementar nuestra capacidad para traer turistas tanto en invierno como en verano, pero pedíamos que nos redujeran los costes del aeropuerto, sobre todo en temporada baja. En concreto, pedíamos un coste cero para toda aportación adicional de viajeros. El Ejecutivo autonómico lo acogió muy bien, pero se rechazó desde Madrid. AENA tiene sus accionistas y podemos entender que defiendan sus intereses, pero eso se ha hecho a expensas del desarrollo del turismo en la isla y de su economía. No queríamos subvenciones, sino reducir los costes. A pesar de ello seguimos creciendo, aunque lo haremos de forma segura, gradual y sostenible. De nada sirve anunciar un montón de nuevas rutas si luego no se da un buen servicio al cliente.
-Ahora disfrutan de un carburante barato. ¿Qué precios están ofreciendo en la isla y hasta dónde pueden bajar?
-Nuestras tarifas son las más económicas de Europa y es el ADN de nuestra compañía. Tenemos tarifas de salida de 19,99 euros, pero algunas están incluso por debajo de ese valor. La tarifa media en nuestra red es de 47 euros y si la comparamos con la competencia directa las diferencias son muy importantes. Si ofrecemos estos precios es porque tenemos los costes más bajos y su control es fundamental. Es verdad que el precio del crudo está bajo y eso nos va a permitir reducir entre un 3% y un 5% nuestras tarifas del próximo invierno.
-He leído que su director general, Michael O’Leary, está hablando incluso de llegar a ofrecer tarifas de 10 euros.
-Esa es la idea que tiene, y con el descuento de residente sería incluso más barato. Pensamos que podemos seguir reduciendo nuestro precio del billete porque somos una compañía aérea pero también ofrecemos otros productos que interesan y que van ligados al viaje, com0 alquileres de coches, seguros y otros. Se puede abaratar el billete ofreciendo otros extras.
-El aeropuerto de Palma está registrando unas puntas de actividad enormes durante el verano. ¿Han detectado una pérdida de calidad sus servicios ?
-Es verdad que hay una diferencia muy importante entre la temporada de invierno y la de verano. Pero de momento el funcionamiento de Son Sant Joan es bueno y no se ha deteriorado su calidad pese a ser en temporada alta el aeropuerto de mayor tráfico de España. Esta funcionando bien y no tenemos ninguna queja. El problema es que tiene un vacio importante en invierno y a nosotros nos gustaría poder aportar más tráfico durante esos meses.
-Crece el número de aerolíneas con base en Palma ¿Hasta qué punto es positivo?
-La competencia existe, y el problema es hacer el trabajo de forma sostenible. Hay que mejorar el producto, disponer de una flota moderna y una buena puntualidad. El truco está en tener muchos destinos, no solo tres o cuatro, y una frecuencia de horarios interesante, adaptados tanto al ocio como al negocio. No quiero dar nombres para no hacer sangre, pero el verano pasado una compañía española sufrió muchísimo en verano por haber abierto muchas rutas y no poder asegurar después una puntualidad decente por esa razón. La competencia forma parte del negocio, pero hay que hacer un trabajo correcto.
-En sus orígenes las compañías de bajo coste recibieron unas críticas feroces respecto a su calidad desde las aerolíneas tradicionales. ¿Se ha producido un cambio en su imagen?
-Es verdad que cuando se liberalizó el mercado europeo en 1996 se desarrollaron las low cost y la gente no estaba acostumbrada. No solo era por sus tarifas económicas, sino porque es verdad que también se era muy estricto con las penalizaciones si se superaba el peso de la maleta o si no se venía ya con la tarjeta de embarque y había que imprimirla. Esas penalizaciones no suponían mucho dinero, sino que eran una forma de acostumbrar a la gente a viajar de otra manera. Ese objetivo ya se ha conseguido y todo esto se ha cambiado. Sabemos que el producto funciona porque es bueno, y eso explica su éxito. La gente no compra un billete barato si luego tiene un retraso de tres horas.
-¿Qué cuota de mercado pueden alcanzar las aerolíneas de bajo coste?
-No estamos lejos de que la mitad de los turistas que entran en España lo hagan a través de las low cost. Esto sigue creciendo. La tendencia es que la mayoría de los visitantes terminen siendo usuarios del bajo coste.
-¿Cómo valora los intentos de revisar el descuento de residente que se aplican a los baleares
-Nosotros ya ofrecemos la tarifa más baja posible, con descuento o sin él. Y cuando buscamos los precios más económicos no tenemos esa rebaja en mente.
-AENA ha congelado sus tasas pero ¿en su opinión siguen siendo excesivas?
-Que las hayan congelado es positivo, porque Ryanair fue muy claro al advertir de que si se suben podemos recortar nuestra capacidad. Pero si se pueden rebajar más sería mejor, porque es una forma de fomentar la llegada de más visitantes. El turismo es la primera industria de España y hay que cuidarla.
-El Govern balear reclama participar en la gestión de los aeropuertos de las islas alegando precisamente la posibilidad de rebajar tasas en temporada baja. ¿Apoyan esa reivindicación?
-Sí, e insisto en que hicimos precisamente esa propuesta para subir el volumen de visitantes en invierno. La isla está preparada para recibir más turistas en temporada baja porque dispone de servicios y producto para ello.
