Ya solo un milagro puede recomponer la coalición entre Podemos y Més para las elecciones del 26-J. Sin embargo, ninguno de los dos partidos cree en intervenciones divinas. La disputa por el tercer puesto de la lista conjunta ha conducido a un callejón sin salida y se está en tiempo de descuento.

Tras fracasar el lunes las negociaciones, la situación seguía ayer por la mañana irreconducible. La lejanía palpable entre los aparatos de Podemos y Més provocó que se intensificaran las presiones y contactos en casa de unos y otros para pedirles un último esfuerzo y "evitar desilusionar a tanta gente de izquierdas". Los contactos telefónicos y en los grupos de mensajería instantánea en el seno de los dos partidos ardían al atardecer. Distintas voces reclamaban a las cúpulas no dejar perder "la ocasión histórica" para tratar de desbordar a PP y PSOE y convertirse en primera fuerza política de Balears.

Pareció que había movimientos para que Podemos cediera a la pretensión de Més de colocar a su candidato en el número 3 de la lista, pero por la noche se confirmó que no iban a prosperar. La jornada terminó pues con las posturas igual de enfrentadas.

Una señal de que la confluencia resulta prácticamente inviable es que Podemos ayer mismo ultimó un acuerdo con Esquerra Unida -que podría ir en el quinto o sexto puesto-, mientras Més tendía puentes con Esquerra Republicana de Catalunya para hacer una candidatura soberanista, como le reclaman parte de sus bases.

Última oferta

El día empezó con los negociadores de Podemos y Més buscando in extremis una fórmula para compartir el posible tercer escaño en Madrid. Los podemistas seguían ayer sin ceder el tercer puesto a Més, pero le lanzaron "una última oferta": si la coalición no llega a obtener el cuarto escaño en el Congreso -algo más que probable-, ambas formaciones compartirían el tercer diputado dos años cada uno. Explicado de otro modo, la podemista Aina Díaz concurirría en el tercer puesto, y el nacionalista Antoni Verger en el cuarto. Si Verger se quedara fuera, a mitad de legislatura Díaz dimitiría y entraría él. "Nos parece una propuesta razonable para intentar desbloquear esta situación", señaló Alberto Jarabo a mediodía. El líder de Podemos en Balears insistía en la necesidad de "salir juntos a ganar al PP", y lamentaba los escollos para ´marea´ balear: "Volvemos a sentir rabia, lástima", decía.

Més, que insiste con garantizar su presencia en el Congreso de los Diputados, descartó acto seguido la oferta de Podemos. Su contrapropuesta es que el tercer sitio de la candidatura sea para Verger, con la opción de repartir el escaño con Podemos a los dos años si no se obtuviera el cuarto diputado."No hay fumata blanca", afirmó la coportavoz de Més, Bel Busquets. "Nosotros hemos pasado del segundo al tercero", defendió sus cesiones durante el proceso, acusando a Podemos "de estar enrocado con el cuarto puesto. No puede ser", sentenciaba Busquets. "Més necesita visibilidad dentro de la coalición", enfatizó.

Los nacionalistas han convocado una asamblea abierta a la militancia, esta tarde a las 19 horas en el Arxiu del Regne de Mallorca, en Palma. No se prevé una reunión plácida del todo, como la del sábado pasado, sino posturas encontradas. Para muchos militantes de Més la renuncia del número dos de la candidatura ya es un sacrificio importante, por lo que aceptar ir en un puesto de no salida difícilmente obtendrá el respaldo.

Posturas contrapuestas

Estas reticencias sorprenden en Podemos, donde consideran que han sido altamente generosos con los nacionalistas. "Darles el cuarto puesto de la lista, con posibilidades de entrar, y el primero del Senado por Mallorca, que entra seguro ¿les parece poco?", reflexiona un dirigente podemista.

"Sin nosotros solo mantendrán los dos diputados; con nosotros sacarían tres escaños, tendrían uno más para investir presidente a su líder Pablo Iglesias, y uno menos para su rival Pedro Sánchez. Es un beneficio neto ¿Qué más quieren?", replica una alto cargo de Més. Si al final se rompe la coalición para el Congreso, Podemos y Més dejarán abierta la puerta a ir juntos al Senado.