La anécdota de la jornada de ayer estuvo protagonizada por Consol Castillo, edil de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, que pidió al tribunal declarar en valenciano, por lo que su deposición se aplazó varias horas en espera de buscar un traductor de esa lengua.

Castillo empezó su declaración hacia las 11 en valenciano y la presidenta del tribunal le pidió si podía hablar en castellano porque la abogada de Manos Limpias no sabe el catalán. La testigo dijo inicialmente que sí, pero luego pidió traductor.