La empresa Mixta África, que pretendía construir cinco mil viviendas de bajo coste en Marruecos, Senegal, Túnez y Mauritania, contrató a Iñaki Urdangarin como imagen de la compañía, según explicó al tribunal Luis Hernández de Cabanyes, el empresario que fundó la empresa e impulsó el proyecto.

Hernández aseguró que Iñaki Urdangarin era "una persona muy conocida en España y fuera de España, tenía buena imagen, era deportista de élite y pertenecía a una familia ordenada".

El exduque de Palma cumplió correctamente su rol de asesor externo e incluso llegó a acompañar a los gestores de la empresa en algún viaje promocional. "Dio buena imagen a la compañía", resumió el testigo. El proyecto no cuajó y se perdió la inversión, pero su principal impulsor aseguró ante la Audiencia que no fue por culpa del asesor de imagen. Urdangarin percibió, a través de Aizoon, seis mil euros al mes durante varios años, 150.000 euros de una tacada y un paquete de acciones.