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Trabajo

Los sindicatos denuncian "abusos laborales" masivos en el sector turístico

Critican la falta de personal y los excesos de jornada frente a los fuertes ingresos empresariales

Los sindicatos reclaman más controles sobre las empresas vinculadas al turismo.

­La temporada turística apenas ha comenzado y los sindicatos denuncian ya "abusos laborales generalizados" en el sector, centrados principalmente en unas plantillas insuficientes y consecuentemente en los excesos de jornada que se obliga a realizar a los trabajadores. Y todo ello a pesar de ser un año en el que se espera que los ingresos en las empresas vinculadas al turismo alcancen niveles de récord tanto por la masiva afluencia de visitantes como por las mejoras en los precios que en el caso de los hoteleros han obtenido de los tour operadores.

El enorme riesgo de que durante esta temporada alta se registraran estas situaciones ya había sido señalado por UGT y CCOO durante el pasado mes de febrero, tal y como informó entonces Diario de Mallorca, pero ahora es el primero de estos sindicatos el que subraya que los peores vaticinios se están confirmando, lo que ya está dando pie a las primeras denuncias ante la Inspección de Trabajo.

El secretario de Acción Sindical de la federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo de UGT en las islas, José García, es tajante a la hora de advertir de que los casos de explotación laboral están adquiriendo un carácter masivo, vinculados en algunos casos también a un incumplimiento de la normativa turística. En concreto, señala que en muchos establecimientos hoteleros, generalmente de tres estrellas o menos, están instalando entre cuatro y cinco camas en habitaciones de dos para así ampliar su capacidad de forma irregular. Esta medida se suele adoptar en el caso de grupos de turistas jóvenes, menos exigentes con el servicio que reciben. El problema radica en que estas situaciones están derivando en unas sobrecargas de trabajo para el personal de estos establecimientos de alojamiento, especialmente en el caso de las camareras de piso, a las que se está exigiendo prolongaciones de jornada sin compensación alguna, algo que los empleados terminan aceptando por "miedo a perder su empleo".

Según José García, estas prácticas hacen que los asalariados se vean obligados a realizar jornadas de 10 y 12 horas diarias, y en ocasiones incluyen también la exigencia a muchos trabajadores de que renuncien a uno de sus dos días de libranza semanales, algo que algunos aceptan a cambio de algún tipo de compensación, según reconoce el representante de UGT, pero que otros denuncian, lo que prueba que esta medida se aplica en muchos casos por imposición.

Tal y como ya se había anunciado a principios de año, la detección de estos casos está conllevando la correspondiente presentación de denuncias ante la Inspección de Trabajo. Como ejemplos, se señala el caso de un hotel de la Platja de Palma que ha despedido a un ayudante de cocina por reclamar al director del centro la forma en la que se le iban a compensar esos excesos de jornada, o el de un establecimiento de Calas de Mallorca en el que se amenazó con el despido a un ayudante de comedor si no aceptaba trabajar seis días a la semana con un turno partido de 10 de la mañana a 3 de la tarde y de 5.30 a 10.30 de las noche.

Sin embargo, José García denuncia que muchos empresarios han sofisticado sus sistemas para poder vulnerar la normativa laboral y no ser detectados por la Inspección de Trabajo. Así, apunta como ejemplo que cuando algún grupo de clientes abandona el establecimiento por la tarde y hay que adecuar las habitaciones para nuevas entradas, se obliga a las camareras de piso a prolongar su jornada y a firmar un documento en el que se retrasa su hora real de entrada en el centro de trabajo para que no conste que se han realizado horas extraordinarias.

El representante de UGT apunta que estas dosis ampliadas de picaresca se producen principalmente en las grandes empresas hoteleras, de ahí que se haya llegado a un acuerdo con la conselleria de Trabajo para que en el caso de que un trabajador de una cadena hotelera denuncie una irregularidad en uno de sus hoteles, el personal de inspección acuda a varios centros a la vez de la misma firma para comprobar si se trata de un comportamiento generalizado.

Lo grave, según José García, es que estos casos de explotación se producen con el fin de ahorrar en gastos de personal durante un año en el que se espera una cifra récord de ingresos y pese a los anuncios de que se van a intensificar los controles, lo que refleja la sensación de impunidad existente entre las empresas.

El representante sindical subraya que aunque el empleo este creciendo en el sector turístico, sus recortes en los niveles de paro serían muy superiores si se respetaran las jornadas laborales y descansos legalmente establecidos.

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