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Crisis en el PP balear

Isern se salva de ser descabalgado

Cargos del PP han planteado convocar nuevas primarias para relevar al exalcalde de Palma por otro cabeza de lista, pero la operación se aborta para evitar una nueva guerra interna en plena campaña

Isern se salva de ser descabalgado

El PSIB-PSOE no es el único que ha pensado en aprovechar las nuevas elecciones generales para quitarse a un cabeza de lista que no convence. Mientras Ramon Socías asiste a su descabalgamiento, en el PP balear Mateo Isern respira aliviado. Por poco no corre igual destino que su colega socialista.

Distintos cargos populares han planteado al presidente Miquel Vidal la necesidad de relevar al cartel electoral, al considerar que la presencia de Isern en Madrid de poco ha servido para reactivar la imagen del partido en Balears y animar a las bases. En los meses de esta la legislatura más corta han surgido voces bastante críticas con el exalcalde de Palma por su escasa labor y visibilidad en el Congreso de los Diputados. Sus defensores rebaten que no ha habido tiempo ni posibilidad de lucirse, debido a un periodo parlamentario tan extrañamente breve e inusual.

No obstante, entre sus propios impulsores empieza a haber gente que afirma que se “esperaba más de Mateo” y se declara algo sorprendida por su parsimonia, en comparación con su mandato en Cort, “donde sí brilló”, afirman. “Se ve que lo conocían bien poco”, replican con sorna sus detractores, básicamente los pocos afines al expresidente José Ramón Bauzá y el sector de los rodriguistas.

La estrategia planteada ante la cúpula popular consistía en abrir un nuevo proceso de primarias e impulsar a un candidato alternativo a Isern. La senadora Cati Soler tenía opciones, pero no era la única en mente. Los promotores de la ofensiva estaban dispuestos a desafiar a la cúpula de Génova, que reclama paz interna antes de los comicios, y aseguran que la dirección estatal no hubiera podido frenar la convocatoria. La operación ha quedado abortada tras sopesar el aparato todos los pros y contras y ver más de lo segundo. La elección de los candidatos en noviembre del año pasado ya llevó aparejada una dura guerra entre el bando españolista y el regionalista para imponer a los suyos, dejando muchos heridos. El afán del bando de Biel Company consiguió que el exalcalde fuera de número uno de la lista a Madrid, doblando en apoyos a Álvaro Gijón. No satisfechos con ello, el rival rodriguista fue vetado para ir de número dos, sin que todavía hoy nadie haya aclarado los motivos reales.

Calma ante las elecciones

Durante las maniobras previas también han salido a relucir los deseos de Pere Rotger de quitarse la espina de no ser senador, ahora que ya está desimputado, lo que hubiera provocado un conflicto con Miquel Ramis. Pero el PP ha concluido que no puede permitirse una nueva crisis interna “y abrirse en canal” a semanas del 26-J, en plena campaña, por lo que Mateo Isern se salva de cuanto menos una sacudida.

Finalmente con las mismas caras que se presentaron el 20-D, el temor ahora del centroderecha se concentra en la coalición entre Podemos y Més, que ve como su mayor peligro. “Si van juntos nos hacen peligrar el tercer diputado y los senadores por Mallorca y por Eivissa”, advierten las voces más alarmadas en el partido. Apuntalan sus aseveraciones con el manejo de la ley d’Hont y la veteranía de saberse históricamente los más votados de las islas. Recuerdan que el 20 de diciembre Podemos ya dio el sorpasso al PSIB-PSOE, por lo que si ahora se une a Més y logran ser la primera fuerza en votos “lo tienen todo para sacar tres escaños”, dejar a populares y socialistas con dos, respectivamente, y el último para Ciudadanos, dicen en el PP.

Esta semana será clave para que podemistas y nacionalistas cierren los flecos de la alianza. Més pugna para que Antoni Verger vaya el segundo de la lista y aplacar ciertos recelos entre la militancia más catalanista, avivada por ERC. Con todo, las mayores reticencias a la confluencia vienen del partido morado. La presidenta del Parlament, Xelo Huertas, capitanea esta corriente.

Entretanto, en el PSOE siguen sin candidato claro. El director general de Coordinación del Govern, Josep Enric Claverol, es un perfil que gusta para potenciar, pero tiene el hándicap de ser un desconocido y le juega en contra. La opción preferida sería un independiente progresista, como el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPA), Vicente Rodrigo. Al vicepresidente del Consell, Xisco Miralles, no le entusiasma nada irse a Madrid, y lo ha hecho saber. “Decidirá Armengol, como siempre”, concluyen dos socialistas.

Quien se retira de esta segunda vuelta electoral es El Pi. Al anunciarlo ayer, su líder Jaume Font señaló que es “inasumible” para el partido una nueva campaña, y lamentó la repetición de las elecciones como un fracaso de los políticos. El pobler lanzó una pulla a Més, por haberles menospreciado como pareja de baile por Podemos: “Veremos si consiguen una silla en Madrid, y si sirve de algo”.

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