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Apuntes

Armengol se queda en minoría absoluta

Armengol se queda en minoría absoluta

Pedro Sánchez también ha engañado a Francina Armengol. Por desgracia para la presidenta de Balears, este enunciado goza de reversibilidad. A saber, Armengol también se ha dejado engañar por Pedro Sánchez. Todavía peor, el secretario general del PSOE se ha mofado de su baronesa mallorquina después de encomendarle el trabajo sucio de una negociación con la izquierda, que Ferraz siempre quiso que embarrancara.

Armengol ha pecado por complicidad o por ingenuidad. Son cualidades abundantes en su partido, pero no siempre adecuadas para presidir un Govern. Sobre todo si dispones de catorce exiguos diputados sobre un total de 59, y si tu jefe de filas se dedica a insultar a un socio llamado Podemos que te regala diez votos sin contrapartidas. El PSOE se ha comportado en Madrid como un lacayo del PP, al que mantiene artificialmente en el Gobierno. La delegada socialista en Balears no puede limitarse a culpar a la generalidad de los partidos del desastre antidemocrático de anular unas elecciones.

Cabe suponer que Sánchez ofrece la versión oficial del PSOE, cuando descalifica a Podemos como una banda de malhechores indeseables, que mancharían a cualquier partido que se acerque a ellos. Salvo que ese partido se llama PSOE, en Balears y en otra media docena de comunidades donde se sustentan los únicos poderes del candidato guapísimo y poco más. Armengol es una adicta al aparato, pero en alguna ocasión deberá decidir si comulga con la doctrina de su partido o si cae del lado de la razón. Y de los votos que necesita para sobrevivir.

La astucia innegable de Armengol reside en lograr que el aparato presidencial camufle el edificio en ruinas que sostiene su poder. La estratagema le ha funcionado durante un año, pero su debilidad congénita se acentúa con el paso del tiempo. Mientras presumía ayer del apoyo específico de Jarabo, se estaba cocinando la coalición de todas las izquierdas auténticas. Puede sustituir a Ramon Socias, en una admisión tardía de una pésima designación previa, pero no puede enarbolar ningún argumento progresista. Y le conviene que Sánchez no pise Mallorca en la campaña de las elecciones falsificadas del próximo junio.

Trabajando al alimón, Sánchez y Armengol pueden lograr que los dos diputados socialistas actuales se reduzcan a un solitario escaño para el PSOE balear. Nadie duda de que es un triunfo merecido para ambos líderes, pero será difícil de digerir si la coalición de izquierdas obtiene dos o tres puestos. En ese caso, Més y Podemos esgrimirán sus 19 diputados autonómicos para desbancarla.

El sonriente Sánchez ha dejado a Armengol en minoría absoluta. Para seguir gobernando con su pulsión hegemónica, deberá disolver a alguno de sus matrimonios y acomodar a Podemos. Tras la conversión paulina de Pedro Sánchez, es muy posible que en un par de meses deba justificar una alianza PSOE/PP en Madrid. Abreviando, ¿considera Armengol que Rajoy es una persona decente?

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