Balears aguarda la llegada de refugiados desde el fin del verano de 2015, aunque el centro acondicionado para este fin en la Platja de Palma, con 23 habitaciones y un total de 56 plazas, no terminó de remodelarse hasta noviembre, tras una inversión pública de 60.000 euros. En una primera fase, las personas asignadas a Balears serán acogidas en el antiguo albergue de Platja de Palma, donde permanecerán entre seis y nueve meses. Esta fase será coordinada por la Cruz Roja, que hará una valoración inicial para atender las necesidades específicas de cada persona. En una segunda fase, que puede durar entre 12 y 18 meses, se derivarán a pisos -públicos o privados- y se pondrá en marcha todo el proceso de integración, que también estará coordinado por la Cruz Roja. En una tercera fase, comprendida hasta 24 meses después, se espera que las familias puedan desarrollarse de manera autónoma.