El hogar y los hijos siguen siendo cosa de las mujeres, pese al acceso al mundo laboral de estas últimas. Gadeso así lo constata en su última encuesta, centrada en esta problemática entre los trabajadores del sector turístico, ya que el 92,7% de las entrevistadas consideró complicada o muy complicada la conciliación familiar y laboral, porcentaje que en el caso de los entrevistados se reduce hasta el 64,3%. Esto pone a las claras la distancia que todavía separa a ambos géneros en la corresponsabilidad.

Como también lo demuestra la respuesta a la pregunta de si los entrevistados pueden mantener unas relaciones familiares normales: El 44% de las mujeres respondía que no o que prácticamente no, respuestas que en caso de los hombres se reduce a uno de cada tres (29%). Y ante la pregunta de a qué dedicaban mayoritariamente su tiempo libre, el 28% de las mujeres respondía que a la familia, tres veces más que los hombres, género del que menos de uno de cada diez contestaba de esta manera (9%).

Las amistades (17%) y aficiones (8%) también son significativamente unas ocupaciones a las que los hombres dedican más tiempo que las mujeres ya que tan solo un tres por ciento de estas últimas confesaba dedicar mayoritariamente sus momentos de ocio a sus aficiones y tan solo un 7% podía compatibilizar su tiempo libre con sus amistades.

Y mientras las mujeres confiesan dedicar casi cinco horas a las tareas del hogar (4 horas y 50 minutos), los hombres lo hacen apenas una hora. Y respecto al cuidado de los hijos pasa sustancialmente lo mismo ya que mientras las féminas decían ocuparse de sus vástagos durante casi tres horas (dos horas y 55 minutos), los hombres apenas dedicaban a sus hijos cuarenta y cinco minutos diarios.

El hecho de que ambos progenitores trabajen en verano, temporada alta turística, plantea un verdadero problema para poder compaginar la actividad laboral con el cuidado de los hijos que disfrutan de sus vacaciones. Cuando son de corta edad (de cero a tres años), la solución suele pasar por dejar a los niños en la guardería o al cuidado de la familia si esta también reside en las islas.

Y cuando los niños crecen un poco (entre los cuatro y los once años) no es infrecuente que sean enviados con las familias de sus padres a la península. Y conforme van llegando a la adoslescencia (entre los 15 y los 17 años), la solución más socorrida pasa por que los menores se queden con amigos y se organicen ellos solos. Solución que Gadeso atribuye a una mayor permisividad, voluntaria o forzada por las circunstancias laborales, de las familias.

Por último, la mayoría de las mujeres trabaja en el sector turístico durante la temporada alta, bien como fijas discontinuas o contratadas temporalmente, para complementar los ingresos familiares (71%) o para hacer frente a compromisos económicos adquiridos (63%). Y tan solo un 13% aseguraba que el trabajo que realizaba le agradaba o contribuía a su realización personal.

Y casi la mitad de las mujeres trabajan en el comercio y la hostelería, porcentaje que vuelve a certificar la vital importancia del turismo para el sector productivo de esta comunidad.