La Policía ha empezado a analizar la información interna y los correos electrónicos que guardaba el equipo informático intervino a Mohamed Harrak, el joven detenido el martes en Son Gotleu acusado de reclutar terroristas para el denominado Estado Islámico. El objetivo de la investigación es identificar a sus contactos, sobre todo los nacionales, para averiguar si alguno de ellos tendría la intención de enrolarse en algún grupo de combatientes islamistas.

Las fuerzas de Seguridad del Estado llevaban bastantes semanas siguiendo los pasos de Mohamed Harrak, que en los últimos tiempos pasaba muchas horas sentado frente a su ordenador, como demuestra la gran actividad informática que desarrollaba. El Grupo de Información de la Policía había intervenido, con autorización judicial, su correspondencia informática. Así se averiguó que desde su domicilio de Son Gotleu estaba desarrollando tareas de adoctrinamiento del mensaje de estos grupos radicales, con el objetivo principal de captar a personas dispuestas a colaborar en esta actividad terrorista. Muchas de los usuarios con los que contactaba se esconden en perfiles falsos, por lo que la Policía necesitaba intervenir el ordenador para poder localizar a estas personas con las que se comunicaba el joven detenido en Palma.

Mohamed Harrak fue durante años árbitro de baloncesto, aunque últimamente había abandonado esta actividad. También trabajaba esporádicamente de cocinero en un hotel de Santa Ponça. Las personas que le conocían se mostraron sorprendidas por el motivo de su detención, ya que nadie había sospechado que participaba en estas actividades radicales. Y, además, tenía por costumbre no solo no discutir, sino ni siquiera hablar del tema de la religión musulmana con sus conocidos. Por ello, ninguno de ellos identifica a Harrak con el perfil que describe la Policía para justificar su detención.

Sin embargo, las fuerzas de seguridad habían detectado que el joven de Son Gotleu estaría ultimando su marcha a alguna zona controlada por la organización yihadista. Estaba dispuesto a viajar de inmediato a algunas de las zonas de conflicto de Siria o de Irak. En la comunicación intervenida se aprecia que el joven marroquí tiene un profundo conocimiento de las áreas donde se asientan estos grupos terroristas, hasta el extremo de que se atreve a aconsejar a sus contactos el recorrido más fácil y más seguro para enrolarse en alguna unidad de combatientes.

Los investigadores también han constatado, a través de estas intervenciones de las comunicaciones, que el vecino de Son Gotleu había entrado en contacto con miembros activos de la organización terrorista. Esta información se considera clave dentro del entorno de los investigadores, por cuanto se podría identificar, una vez rastreada toda la información que guarda el ordenador, a miembros activos de estas organizaciones que se han dedicado a cometer acciones terroristas en varias capitales europeas. El joven fue ayer interrogado por los inspectores del Grupo de Información de la Policía. El contenido de su declaración no ha trascendido. Harrak pasará hoy su último día detenido en los calabozos de la Jefatura de Palma. Esta mañana está previsto que declare ante la juez de la Audiencia Nacional, que conoció desde el primer momento las pruebas que vinculaban al joven con estos movimientos yihadistas.