La detención ayer de un joven marroquí en Son Gotleu por su presunta vinculación al autodenominado Estado Islámico ha vuelto a poner en evidencia la presencia del yihadismo en Mallorca. Hace unos años residían en la isla destacados miembros de A-Qaeda, sustituidos por su última versión: DAESH.

Algunos de los maquinadores de los sanguinarios atentados terroristas del 11S y del 11M pasaron por la isla en los momentos previos a la masacre. Al Qaeda se dio a conocer internacionalmente por las matanzas en las embajadas de Kenia y Tanzania en 1998. Apenas unos días después se instaló en Palma el iraquí Mamdouh Mahmud Salim.

Mahmud Salim estaba considerado el lugarteniente de Osama Bin Laden. Su principal misión era la obtención de armamento nuclear para cometer los atentados.

El cuartel general donde se alojaba el terrorista iraquí no era ni más ni menos que el deslumbrante ático del Paseo Marítimo de Palma donde tenía fijada su residencia Ahmed Brahim. Este último estaba considerado el cerebro financiero de Al-Qaeda.

Durante varias noches estuvo pernoctando allí hasta que cogió un avión con destino a Stuttgart. Nada más tomar tierra, agentes del FBI le detuvieron como presunto autor de los atentados en sus legaciones diplomáticas de Kenia y Tanzania.

El nombre de Ahmed Brahim volvió a adquirir notoriedad tras el atentado a las torres gemelas y al Pentágono el 11 de septiembre de 2001. Brahim, que había residido durante 14 años en Palma mientras era vecino de Maria Antònia Munar, abandonó apresuradamente la isla. Su movimiento no pasó inadvertido y fue detenido en abril de 2002 en la Costa Brava.

El círculo se cerró en torno a Brahim el 11S. Uno de los pilotos que se estrelló con todo el pasaje en las torres gemelas, Mohamed Atta, había tenido contactos con él.

Mallorca tampoco fue ajena a los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Uno de los 'cerebros' de la matanza, Jamal Ahmidan 'el chino', había estado tanto en esta isla como en Eivissa poco antes de activar las bombas en los trenes.

"Islamic friend"

La investigación policial demostró que Ahmidan se dedicó durante a este tiempo a la venta de drogas. El dinero obtenido, supuestamente, lo utilizó para financiar los atentados. Al verse descubierto, 'El Chino' fue uno de los que se suicidó en Leganés.

El nexo de Brahim también se extendió al 11M. En su agenda telefónica figuraba junto a las palabras "islamic friend" el nombre de Serhane Ben Abdelmajd, más conocido por 'El Tunecino' y considerado el cabecilla de la célula terrorista que perpetró los atentados del 11M.