Si los recursos son escasos, al menos usa bien los pocos que tienen. Y en esas está el Govern, que por primera vez hará está temporada algo tan básico para combatir el fraude económico y fiscal como coordinar la actividad de los quince inspectores que tiene la Conselleria de Turismo con los servicios de la Agencia Tributaria de Illes Balears (ATIB, no confundir con la AEAT, la Agencia Tributaria estatal).
La idea es ser más efectivos sobre el terreno ahora que empieza la campaña de verano y los frentes de trabajo se multiplican: desde el fraude que pueda haber con los alquileres ilegales a turistas a las denuncias e irregularidades que se produzcan en todas las ramas de la economía balear, con especial atención para el turismo. "Por primera vez todas las actividades turísticas estarán dadas de alta en un registro. Lo tendremos todo informatizado. Y por primera vez los quince inspectores de Turismo de las islas y los servicios de la ATIB estarán coordinados, algo que es lógico y normal pero no se hacía", resume el vicepresident del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló.
El objetivo de esta coordinación y del cruce de datos es minimizar la actividad sumergida, más que fiscalizar a los que están en la legalidad. Insiste en ello Barceló, que asegura que han puesto mucho énfasis en que los inspectores persigan la actividad en negro. "No queremos que busquen al que intenta hacerlo bien y está registrado, sino que vayamos sobre todo al que no está ni dado de alta", sintetiza Barceló, que conoce bien las cifras que apuntan a que en Balears la economía sumergida supera el 20% del total.
Esos mismos datos son los que manejan por ejemplo los técnicos de Hacienda del Estado, que los difunden periódicamente a través del sindicato que los representa. De ese lado, de la Agencia Tributaria estatal, la que se encarga de la mayor parte de la actividad inspectora, también llegan noticias de cara a este verano, cuando van a trabajar para que se reduzca la actividad en negro en ramas como el alquiler a turistas. En Hacienda de hecho recalcan que, al margen de que en Balears sea ilegal alquilar para uso turístico viviendas en edificios residenciales, los propietarios siempre deben tributar los ingresos que logren por esa vía.
Alquiler ilegal
De ello habla también el vicepresident Barceló, que insiste en que quienes arrendan pisos a turistas en edificios residenciales (el fenómeno de moda en el turismo mundial) tienen hoy en día dos opciones. La primera es hacerlo a través de la Ley de Arrendamientos Urbanos, con el contrato correspondiente en cada caso, sin recurrir a plataformas de venta turística por internet tipo Air BNB (es ilegal en Balears) y tributando los ingresos a través del Impuesto sobre la Renta (IRPF). La segunda opción es la más habitual, justamente la que va a perseguir la Hacienda estatal: el alquiler pirata, sin contratos ni impuestos, un negocio en auge que este verano, según Govern y Hacienda, será más arriesgado.
